El Museu d''Art Contemporani de Barcelona (Macba) expone hasta el 30 de junio ''Twin'', consistente en el ''making off'' y una reproducción del proyecto artístico de Antoni Miralda concebido para el Pabellón de Barcelona de la Bienal de Shanghai, ''Twin Tastes & Tongues'' (Sabores y lenguas gemelas), que es una exploración de las similitudes culinarias y gustativas de ambas culturas.

La muestra acogida en el Macba pone a dialogar a Barcelona y Shanghai, ciudades hermanadas desde 2001, a través de este proyecto producido por Screen Projects --liderado por Miralda--, que despliega los procesos de investigación, las estrategias de producción y los relatos que dieron lugar a la instalación del pabellón, con vídeos, fotos y documentación diversa.

En rueda de prensa, la comisaria de la exposición Julia Morandeira ha explicado que esta muestra despliega las anécdotas, lecturas y procesos en que ha cristalizado su paso por la bienal: "Ha sido una aventura complicada pero divertida", ha resumido.

Además de este ''making off'' del proyecto, el Macba también muestra una reproducción del proyecto en sí, consistente en una gran instalación de murales con forma de lenguas bicéfalas hechas a partir de imágenes de diferentes barrios ordenadas según los síndromes del diagnóstico de lengua de la medicina tradicional china.

HERMANAMIENTO GASTRONÓMICO

En el centro de este proyecto, se sitúa originalmente una producción de vídeo filmado en mercados, restaurantes y cocinas de Barcelona y Shanghai, que resume visualmente la experiencia de hermanamiento gastronómico de ambas ciudades, y que el Macba proyecta también en su exposición.

El artista Antoni Miralda ha explicado que desarrolló este proyecto pensando en que Barcelona y Shanghai tienen un elemento esencial en común: la lengua, que para los chinos tiene una gran importancia al ser la base de la medicina tradicional "como espejo del interior", y que para la ciudad condal es la gastronomía.

De hecho, en la producción de vídeo ambas ciudades se confunden en un juego de imágenes gemelas, que siempre tienen en común "el contexto violento de la comida, que está cerca del sacrificio y de la ofrenda".

Miralda ha asegurado que su propósito era crear una idea de "diversidad, multiculturalidad", ya que existen tantas versiones de ambas ciudades como lenguas, ha dicho.

Este proyecto ha tenido un coste global de 120.000 euros, con aportaciones de 15.000 y 30.000 euros por parte del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat, respectivamente.