La creatividad de la cocina española continúa, aunque algunos crean que se ha ido al norte de Europa. Esa es la consigna con la que abrirá sus puertas la undécima edición de la cumbre internacional de gastronomía Madrid Fusión, que será más participativa e interactiva, gracias a los talleres en los que grandes cocineros desvelarán sus secretos.

Así lo ha explicado en una entrevista Lourdes Plana la directora de este congreso veterano, que se reinventa una vez más para adaptarse a un panorama de crisis económica, de cierta monotonía congresual y a un nuevo escenario con el traslado del Palacio Municipal de Congresos a la Feria de Madrid (IFEMA).

Serán más de cien chefs, 30 demostraciones inéditas, 40 presentaciones de nuevos productos y 18 talleres para interactuar con los cocineros bajo el lema "La creatividad continúa", desde mañana al miércoles 23 de enero. A ello hay que sumar el IV Gastrofestival, que saca Madrid Fusión a la calle, y Enofusión, el encuentro del vino.

La consigna de este año es "dar un mensaje al mundo: la creatividad en la cocina española continúa, aunque algunos sostengan que se ha desplazado al norte de Europa", explica Plana.

Por eso, en la jornada inaugural se homenajeará a 40 destacados cocineros españoles, desde los primeros fundadores de la nueva cocina vasca como Pedro Subijana o José María Arzak a la vanguardia actual de David Muñoz o Ángel León, "por poner la cocina española en el top mundial y por mantenerla; aquí hay cantera", apunta.

Madrid Fusión 2013 será "más abierto y participativo", anuncia Plana. Es la primera vez que los congresistas pueden escoger cuántos días acuden y si lo hacen por la mañana o por la tarde, frente a la entrada única de las ediciones anteriores, lo que ha supuesto "un esfuerzo mayor de organización".

Además, se han programado 17 talleres magistrales en los que "un máximo de 60 personas estarán más próximas al chef, degustando, haciéndole preguntas". El éxito de la iniciativa ha hecho que en algunos de ellos se hayan agotado las plazas.

Y no es para menos: Jordi Roca desvelando los secretos de sus postres bajo cero; Quique Dacosta enseñando a cocinar el marisco; Ricard Camarena el arroz; Ángel León los productos marinos; Sergi Arola sus imitadas tapas; los brasileños Felipe Rameh y Alex Atala la mandioca, y Dani García las técnicas de Calima, entre otros.

Este año, la cocina invitada es la de Minas Gerais (Brasil), con representantes como Ivo Faria -doce veces mejor restaurante de cocina tradicional con Vecchio Sogno-, Frederico Trindade o Alex Atala; y el producto estrella el café.

"Llevamos muchos años con países asiáticos y Latinoamérica es un gran filón y aún existen visiones muy distorsionadas de las cocinas latinas", dice al respecto Plana, quien reivindica que Madrid Fusión ha conseguido poner a su altura la gastronomía mexicana y la peruana.

Ahora busca hacer lo mismo con Brasil y su "potencial inimaginable de productos" gracias a su rica biodiversidad. Y se centran en Minas Gerais porque es "una enseña de calidad" en el país.

En cuanto al café, apunta que sigue siendo un producto "maltratado en España". "Hemos elevado la cultura del aceite de oliva y ahora queremos hacerlo con el café; lo siguiente será el pan, que es una asignatura pendiente en este país", indica.

Sobre el nuevo escenario, Ifema, asegura que el cambio ha supuesto "un esfuerzo enorme", ya que en un mes tuvieron que "replantear todo lo diseñado en un año".

Aporta ventajas como ubicar todos los espacios de la cumbre en una sola planta, "algo más cómodo y práctico", e inconvenientes como que en esos 6.000 metros cuadrados "quizá no se aproveche tan bien todo el espacio".

Además, han tenido que lidiar con la crisis. El número de expositores apenas se ha reducido, unos 120, porque si hay que seleccionar adónde acudir "Madrid Fusión es el sitio para que te tengan en cuenta", pero los patrocinios se han reducido bastante, especialmente el del Instituto de Comercio Exterior (ICEX).

Todo ello, con un presupuesto "altísimo" que Lourdes Plana se niega a revelar, "reduciendo todo lo que se puede pero sin perder la esencia de Madrid Fusión: glamour, ser diferente a todos, con prestaciones que no se dan en ningún otro sitio".

Por esas razones, los cocineros siguen "ilusionadísimos" con participar, ya que supone "un empujón internacional en su carrera" como ocurrió con los entonces desconocidos René Redzepi (Noma) o Heston Blumenthal (The Fat Duck). "Tenemos ese olfato", dice.

La cumbre gastronómica "ha cambiado bastante" en sus once años de trayectoria, en los que ha dado voz a los cocineros, ha difundido productos españoles, técnicas y utensilios importados de los laboratorios, y ha dado al mundo del vino un "foro específico" con Enofusión. El año pasado, por ejemplo, contó con una interesante intervención del gurú de la viticultura biodinámica, el francés Nicolás Joly. También ha sacado la alta gastronomía a la calle con el Gastrofestival, que crece cada año. En esta cuarta edición, del 19 de enero al 3 de febrero, participan 400 establecimientos de Madrid que fusionan gastronomía con moda, salud, arte o literatura.

El "punto fashion" en el Gastrofestival

Comer y vestir son dos necesidades vitales devenidas históricamente en arte que, en los últimos tiempos, van de la mano, con un lenguaje común que encuentra en las texturas y colores su medio de expresión, siempre con grandes dosis de sofisticación y vanguardismo. Moda y gastronomía han acompañado al hombre desde tiempos del Imperio Romano, en forma de protocolo, normas sociales o un lenguaje, a menudo implícito, encargado de expresar personalidad y estatus, pero hoy más que nunca caminan juntas a través de propuestas como "Gastrofashion", una nueva apuesta de la feria Madrid Fusión. Por primera vez y dentro del "Gastrofestival", evento paralelo a Madrid Fusión abierto al público y que se desarrolla por cuarto año consecutivo en museos, bares y restaurantes de la capital, participan renombrados diseñadores españoles, que han encontrado en la cocina y el vino una fuente de inspiración para sus creaciones. Colecciones especiales y degustaciones Ángel Schlesser, Adolfo Domínguez, Roberto Verino, Fernando Lemoniez o Custo Barcelona son algunos de los modistos que se suman al "Gastrofashion", con colecciones especiales, degustaciones en tiendas o decoraciones en escaparates a base de frutas y verduras. Uno de los lugares elegidos para ahondar en la relación entre estos dos mundos es el Museo del Traje, el templo de la moda española que aglutina en Madrid más de 25.000 prendas de los últimos tres siglos y que invita al público, el 23 y 24 de enero, a recorrer los comedores, las mesas y las normas de etiqueta de los siglos XVIII, XIX y XX. "La idea es hacer un recorrido histórico desde ese momento en que se empiezan a codificar los banquetes y se publican los primeros menús escritos, en el siglo XVIII, hasta hoy, cuando se establecen nuevas formas de vestir y nuevos protocolos", explica el conservador del museo, Juan Gutiérrez.