Los cerveceros natos y aún los ocasionales de las cañitas verían con muy buenos ojos -y catarían con otra intención también- aquellas elaboraciones de sello artesanal a las que cada cual, en casa, imprime estilo propio y cuya confección constituye toda una rica y curiosa cultura tradicional en otros países.

Si de antemano pudiera parecer que para tal menester se requieren alambiques retorcidos, enormes marmitas candentes y artilugios de maquinaria pesada, la realidad es del todo antagónica, con métodos más que accesibles y manejables a los que pueden optar los forofos de una de las bebidas de más consumo planetario.

Precisamente, el interés paulatino por adentrarse en la manufactura del líquido burbujeante en el propio domicilio encaminó a Manuel Gámez Gil, con formación de químico y cocinero aficionado, hacia la aventura de abrir un local especializado en el que los "maestrillos" cerveceros pudiesen hallar muchos de los elementos y utensilios básicos para hacerse con su propia producción.

"Eran bastantes las complicaciones que suponía conseguir cereales idóneos, mostos... ¿Porqué no facilitarlo también a otros interesados? Así fue cómo surgió la idea de abrir la tienda especializada, única en su género en toda Canarias". Su hermano William Gámez atiende y asesora al público en un espacio diáfano y de diseño en el que se apuesta vivamente por los jóvenes creadores canarios. Sólo echar un vistazo e interesarse por los detalles de los expositores puede deparar un estupendo rato, además de conocer referencias de cervezas peculiares, seleccionadas por su "rareza".

¡Al grano! nunca mejor dicho, dado el género básico del que se nutre la cerveza hecha en casa. Manuel Gámez explica que hay tres maneras usuales de extraer la cerveza casera.

La primera, la más sencilla y aconsejable para los inicios, sólo implica disponer de un "kit" apropiado, junto al recipiente para la fermentación; con un mosto o concentrado, que se prepara sometiendo la lata que lo contiene a "baño maría" durante diez minutos; se diluye el contenido y, por otro lado, se hace lo propio con un kilo de azúcar. Descansa todo en el mencionado recipiente, con capacidad hasta unos 30 litros. La operación puede durar dos horas; luego, de 6 a 7 días de fermentación y embotellado. La guarda en botella debe ser, como mínimo, de dos semanas, aunque mejora con un poco más de tiempo. Con unos 23 litros se extraen 66-69 botellas de las más habituales de un tercio.

Más de cerca Numerosos e interesantes son los datos que aportan Manuel y William sobre estas fórmulas para obtener cerveza y personalizarla, y que quedan en el tintero en este reportaje, aunque muchas de las preguntas obtendrán respuestas en los cursos, catas y talleres que desarrolla Cervezarte en el propio establecimiento. Dichas actividades irán "in crescendo" este año y serán oportunamente anunciadas. Una muy vistosa fue la del concurso de fotografía, que se llevó Leonardo Trujillo Loiano. Peldaño a peldaño Manuel Gámez sugiere, a los que se animen a fabricar cerveza casera, que empiecen por la fórmula más sencilla para que vayan adquiriendo experiencia y conocimientos sobre estilos tradicionales y dar con los propios gustos. El "kit" sale por un precio sobre los 70 euros. (La tienda está ubicada en la avenida Buenos Aires, 114, local B. 922 88 21 52. En www.cervezarte.es puede hallar una tienda "online".