Describir las riquezas culinarias que ofrece Asturias se antoja algo complicado ante tanta variedad. Fabes, chosco (tipo de embutido), ternera de la tierra, especialidades con cabrales y, claro, todo eso, generosamente regado con abundante sidrina natural.

Se da fe en estas líneas que el muestrario de lo que va a acontecer en el restaurante santacrucero a partir de hoy, y hasta el domingo, encarna la jerarquía incontestable del producto traído de Asturias: sabor primigenio, nítido en esos pescados, carnes, quesos y embutidos. Con motivo del Día de la Comunidad de Asturias, el 8 de septiembre, el jefe de sala, Amador González, y su equipo van a desplegar unas gustosas jornadas dedicadas a algunas especialidades gastronómicas del Principado que bien vale la pena por la juiciosa relación calidad-precio; por cierto, que durante esos días, el personal de sala recibirá a los comensales ataviados con el traje regional.

Dígase un cachopo (a modo de sanjacobo) de merluza, rellena de ibérico y langostinos, realmente categórico, acompañado de una fresquísima sangría de sidra de la casa. Las croquetas, formidables, de cabrales, manzana y fabada con su compango.

De entrantes, por ejemplo, la ensalada (manzana, col, lechuga, pollo, zanahoria y pasas, con salsa rosa). Puede optarse por el revuelto de oricios (erizos) o los choricitos a la sidra, el picadillo o las papas al cabrales (también hay bravas). El pixin (rape) tiene su gancho, así como los chipirones afogados (en su tinta). La fabada tiene lugar de honor (con almejas, o gulas, conejo, o cocochas). No faltará el tradicional arroz con leche y los frixuelos. (922 22 15 41).