Guillermo Díaz Guerra es el director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA). En esta entrevista avanza sus sensaciones sobre las VI Jornadas Enológicas de Canarias en Lanzarote, el 25 y 26 de junio.

-¿Qué espera de la cita en la isla conejera?

-Espero que sea un encuentro de sumo interés para todo el sector vitivinícola de las islas y para el resto de la geografía nacional como ha sucedido en anteriores ediciones. La calidad y el bagaje de los ponentes y de los asistentes que acudirán tienen un reconocimiento indiscutible, por lo que habrá un notable nivel. Una de las novedades es que hemos incluido en la programación la nueva OCM de vino y las ayudas y subvenciones. Esperamos alta participación.

-En estas VI Jornadas se hablará sobre la nueva OCM del vino en las Islas, ¿qué le reportará al sector este nuevo marco normativo?

-La nueva organización común del mercado responde a las necesidades de adecuar las normas del sector a la situación actual, promoviendo un equilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado comunitario y buscando la competitividad, fundamentalmente mediante el impulso de una política comercial de calidad y de la liberalización de prácticas frente a los vinos de terceros países.

-También se tocará en profundidad la cuestión de las ayudas y subvenciones, ¿son suficientes para mantener el sector en un nivel competitivo? O, por el contrario ¿Debería mantenerse el sector por sus propios recursos?

-Lo ideal sería la autosuficiencia de la iniciativa privada, pero actualmente es necesario seguir ayudando, por ello se han llevado a cabo una serie de acciones: se han triplicado las ayudas a la hectárea cultivada, se ha impulsado mediante ayudas la transformación de uva en vino y se ha dotado de setenta céntimos la exportación de caldos, todo ello dentro del Marco del POSEI, además publicamos subvenciones para ayudar a la promoción de los vinos que supera los 600.000 euros anuales.

-¿Europa ha beneficiado o perjudicado al desarrollo de los viñedos canarios en el reparto de ayudas y subvenciones?

-Hasta ahora, gracias a las ayudas europeas, se han reconvertido un gran número de viñedos, lo que ha permitido una cierta mecanización y algunos sistemas de regadíos y de muros, haciendo más fácil y obteniendo mayor calidad en el proceso de la elaboración. Además, con la última modificación del POSEI, autorizada por Europa con financiación local, se ha incrementado la competitividad del sector.

-¿Habría que incrementar la producción, la promoción o realmente la potencialidad de nuestras viñas no da para enviar un gran volumen de botellas fuera de las Islas?

-Nuestro mercado natural es local, aunque tenemos productos de altísima calidad que pueden saltar el atlántico y venderse en el continente, tuteándose con los mejores vinos del mundo.

-¿Considera que los vinos isleños pueden competir en calidad, que no en cantidad, con los elaborados en el resto de España?

Por supuesto; de hecho han triunfado en certámenes no sólo nacionales sino también internacionales. Nuestros vinos han demostrado una singularidad única en todo el mundo por sus características exclusivas y sus variedades autóctonas, como por ejemplo, las malvasías o las listán, tanto las blancas como las negras. Por lo que nuestro carácter diferencial viene dado por las condiciones climáticas y el terreno volcánico.

-¿En qué medida ha influido la Consejería para el cambio de mentalidad, apostando no sólo por unos caldos de calidad?

-Desde la Consejería hemos apostado por el incremento en la calidad de los vinos y por su comercialización, para que vayan en paralelo el contenido y la presentación, siendo imprescindible la imagen y el etiquetado.

-¿Cuál es ahora mismo la aportación que el sector vitivinícola hace al PIB de Canarias?

-Un estudio que hemos realizado recientemente, estima que la aportación del sector vitivinícola en las Islas es de 70 millones de euros en el año 2008. La contribución del sector vitivinícola al P.I.B. conjunto del sector agropecuario y de la industria de la alimentación, bebidas y tabaco en el año 2008 fue del 12,2% y al P.I.B conjunto del sector primario y de la industria del 6%.

-¿Cómo está en este momento la idea de crear en un futuro una Denominación de Origen Única en Canarias, detallando luego, eso sí, la isla de procedencia de cada caldo? ¿Pasa esto por la D.O. Tenerife primero?

-Apostamos por la unificación de los mensajes, por la unión de los esfuerzos, por las sinergias, creemos en el nombre propio de Tenerife como marca comercial. Ahora, entendemos y acertamos que además de la mención a Tenerife, cada comarca tiene derecho a usar su indicación. De esta manera, sería perfectamente lógico que en el mercado hubiera como hoy existe, vinos en cuya etiqueta figurara, por ejemplo, Tenerife, Tacoronte-Acentejo y que la contra etiqueta fuera única para todo el territorio insular.