Desde aquella célebre -y celebrada- Ostería de Andrea, también en La Laguna, del cocinero italiano se rememoraba aquella fina y equilibrada interpretación de su cocina, enraizada en Italia, muy mediterránea y con unos guiños más que notables a la estética y sabores orientales.

En definitiva, propuesta natural y ecológica, pastas frescas, productos de temporada, tapas y vinos -siempre le dio importancia Andrea al sitio del vino en la buena mesa-.

El chef, que recientemente se lanzó un "Mano a Manu" con Manuel Regalado (La Retama), se ha puesto manos a la obra en el restaurante, concepto -o viceversa-, el Surinait.

Los seguidores y amantes de aquella filosofía, basada en productos de temporada, tienen ya una cita en el edificio Galaxia. Eso sí, atención porque hay que tomar nota: en noches de jueves a domingo y mediodías de sábado y domingo, en el mismo restaurante Suribachi (que seguirá oficiando su cocina macrobiotica y natural de lunes a viernes, pero sólo en horario de mediodía, como venía haciendo hasta ahora).

Vuelven, por tanto, esa pasta (caso de un rico ravioli de calabaza y requesón) o una berenjena a la parmesana o ese salteado de verduras y tofu.

Andrea plantea una cocina respetuosa con el medio ambiente y, de hecho, por las mañanas cambia delantal por azada, pues ha apostado por cultivar muchos de los que van a ser ingredientes de sus platos.

Lo dicho. Este espacio (se insiste que compartido con el Suribachi) va a aportar cocina fresca, agradable, sin enrevesamientos y que invita a ese rato para desconectar en ambiente de mesa y mantel.

Camarones, chicharro en escabeche, hummus, croqueta de calabaza y queso blanco... Entrantes o tapas que, junto al carpaccio de pulpo con aceite de pimentón de La Vera y tapenade, preparan el apetito para, digamos, el timbal de langostinos, aguacate y yogurt, ensalada caprese de la tierra o la de garbanzos y langostinos al jengibre.

Que no se olvide el comensal de explorar una carta nada sobredimensionada y sí con acicates como esa otra ensalada de salmón marinado con yogurt, soja y miel.

Dentro de las mencionadas pastas, los tagliatelle con berejenas y aceitunas negras o los tagliolini integrales con crema de langostinos y calabacín.

En el apartado de los frutos del mar, recomendable el salmón poco hecho en costra de aceitunas y tomate seco, mientras que para la carne, se decanta el cocinero por el conejo relleno con setas y la pluma de cerdo ibérico con reducción de vino y mostaza.

Por cierto, la noche de los jueves, el establecimiento ofrece música en vivo, detalle reconfortante y también digno de tener en cuenta.