Los Realejos medirá en las urnas el 24M la aceptación del primer mandato con mayoría absoluta del PP en la historia local y el efecto del doblete del alcalde, Manuel Domínguez, que también aspira a convertirse en presidente del Cabildo de Tenerife, dos cargos incompatibles. El PP parte con la ventaja que le da la sorprendente mayoría cosechada en 2011, con 11 ediles frente a los 10 de la oposición. Además, CC-PNC y PSOE, segunda y tercera fuerza política hace cuatro años, se presentan con líderes y equipos recién renovados, y aún con algunas heridas abiertas en el seno de ambos partidos. La aparente debilidad de estos rivales en reconstrucción hace pensar al PP en otra victoria.

CC-PNC intentará mantener o mejorar el 27,81% de votos que obtuvo en 2011, pero lo hará después de la traumática dimisión de sus seis ediles en este mandato y de la división interna que generó el cambio de liderazgo local. El nuevo candidato, José Enrique García, se enfrenta a unas elecciones de transición.

Algo parecido le ocurre al PSOE, que viene de cosechar los peores resultados de su historia, con apenas un 14% de votos y solo tres ediles. Miguel Agustín García es un joven candidato que no ha contado con todo el respaldo del Grupo Municipal Socialista, que le cerró las puertas del ayuntamiento y no le permitió darse a conocer desde dentro de la Corporación local.

Izquierda Unida Canaria-Los Verdes (IUC-LV), que repiten con Jonás Hernández de candidato a la Alcaldía, aspira a lograr un mayor protagonismo en el pleno, gracias a su trabajo de oposición y a la continuidad de un trabajo que se inició en 2010. Esta coalición volverá a enfrentarse a la dispersión del voto de izquierdas, que se repartirá con el PSOE y también con la coalición nacionalista progresista formada por ANC y Alternativa por Los Realejos, , con José Carlos de León como número uno.

Además, aparecen nuevas fuerzas emergentes de centro o centro-derecha: Ciudadanos (C''s), con Raúl Pérez como número uno, y Unión, Progreso y Democracia (UPyD), una candidatura liderada por Montserrat Hernández.