Los comicios se vivieron con sosiego en La Palma. Las mesas electorales se formaron en tiempo y forma, no se registraron incidentes dignos de mención e incluso los resultados estuvieron dentro de las previsiones expuestas por los analistas políticos. Fue un día totalmente diferente al pasado 22 de mayo, cuando la "ola" del Partido Popular alteró el signo de la mayoría de los ayuntamientos palmeros. El margen para la sorpresa era ayer ínfimo.

Los tres principales candidatos al Senado, Juan Ramón Marín (CC), María de Haro (PP) y Mercedes Coello (PSC), se esforzaron por pedir a través de las ondas que los ciudadanos "fueran a votar" por responsabilidad. La socialista incluso afirmó que había que acudir a las urnas "para castigar a los mercados". Eran apenas las once de la mañana. Media hora más tarde, Asier Antona, el "ganador" de la noche en la Isla Bonita, apareció por las escaleras de la UNED, en la plaza de España capitalina, para depositar su voto, en el mismo lugar donde a las 9 horas había "cumplido" el presidente insular de Coalición Canaria y del Parlamento regional, Antonio Castro.

Por aquel entonces, la calle Real era una mezcla de residente en La Palma con pasajeros del crucero "Thomson Dream", atracado desde primera hora en el puerto, que recorrían el casco histórico. Antona atendía una cámara de televisión en el justo momento que uno de los cruceristas, de avanzada edad, cuestionaba a un periodista que se encontraba a escasos metros del líder popular, señalando a la UNED, si era día de votación. Para ser más realistas, simplemente preguntó: "Rasoy por Sapaterou, ¿verdad?", en un español anglosajón bastante forzado. Quizás fuera el único turista interesado por lo que ocurría en las unas... o tal vez no.

Muy cerca, menos de un kilómetro, de los espacios dedicados a los comicios, centenares de ciudadanos se congregaban en la Marina para disfrutar del mercadillo. "Hay tiempo para todo", decía la mayoría al ser cuestionada por las "obligaciones" con las urnas. Otros, por contra, manifestaban abiertamente que "no iré a votar. Al final, hacen lo que les da la gana, sin importar lo que la gente vota. ¿Qué pasó en La Palma tras en 22 de mayo?, ¡eh!...". Ese sentimiento de enfado o mejor decir de indignado (término más de moda), quedaba reflejado en uno de los contenedores para depositar los residuos de cartón, ubicado en el barrio de San Antonio, en Breña Baja, donde textualmente se podía leer en pintura roja: "Vote aquí da igual".

Luego se abrieron las papeletas. Primero las depositadas en tierra peninsular. Al 10% del escrutinio, el Partido Popular ya tenía mayoría absoluta (176), aunque por momentos, al 30%, la perdía para acabar "arrasando". Antes incluso de las 20 horas, una más en el resto de España, Gabriel Mato, eurodiputado del PP, hablaba de que la ciudadanía "no castigaba a los partidos por la crisis sino por la gestión de la crisis", mientras que José Luis Perestelo, uno de los "pesos pesados" de Coalición Canaria en La Palma, afirmaba, con los primeros datos sobre la mesa, que "lo importante será qué se hace a partir de mañana (por hoy)".

Con la noche avanzada y Mariano Rajoy dirigiéndose a los españoles ya como presidente, el líder del PP en La Palma, Asier Antona, reconocía "la enorme responsabilidad" de su formación política "por la confianza mayoritaria de los ciudadanos. Sabemos los retos a los que nos enfrentamos por la situación delicada del país". Además, hacía hincapié en que los resultados de anoche "pueden modificar el panorama político en Canarias. El Partido Socialista y Coalición Canaria deben recapacitar sobre el mensaje de las urnas".

Todo lo contrario opinaba José Luis Perestelo, quien tras conocer los resultados señalaba que "lo que ha cambiado es el mapa del Congreso de los Diputados, no la fotografía del Parlamento de Canarias o del Cabildo de La Palma (Coalición Canaria y PSC acaban de firman un pacto de gobierno), cuyas políticas no tienen que verse en absoluto afectadas", añadiendo que "nosotros hemos logrado dos diputados, que tal y como ocurrió con el gobierno de Aznar, estarán dispuestos a colaborar en todo aquello que sea beneficioso para el Archipiélago y para España". En los mismos términos se expresaban los socialistas palmeros, que reconocieron la derrota mientras aseguraban estar satisfechos con los pactos de gobernabilidad que mantienen en las diferentes instituciones de la Isla. Otra cosa será lo que ocurra a partir de hoy, cuando aquel pasajero del crucero ya sepa que tenía razón: ganó "Rasoy".