El nacionalista Xavier Simón Fernández es el nuevo alcalde del Ayuntamiento pontevedrés de Arbo después de haber recibido el voto de los tres ediles del BNG y el de los tres concejales de Alternativa Independiente de Arbo (A.I.AR.), formación con la que se turnará en el bastón de mando.

En este municipio de 3.800 habitantes censados, el PP había sido la lista más votada en las elecciones municipales del 22 de mayo, al conseguir el 44,74 por ciento de los votos y cinco concejales, mientras que el PSdeG se quedó sin representación en esta corporación.

En declaraciones a Europa Press, el nuevo regidor de Arbo ha confirmado que compartirá la alcaldía con los independientes, pero aún no está determinada bajo qué periodicidad, ya que a partir del lunes próximo se negociarán los pormenores del pacto de gobierno.

Eso sí, ya ha avanzado que el gobierno será "totalmente paritario en todos los aspectos", desde las dedicaciones hasta el reparto de áreas, ya que ambas formaciones cuentan con tres ediles cada una.

Esta será la primera ocasión en la que el BNG gobernará algún ayuntamiento de la comarca de Paradanta y Xavier Simón apuesta por un modelo de ayuntamiento "próximo a la gente y con más participación. Asimismo, defiende que "la coincidencia" de los programas políticos del Bloque y de los independientes es "absoluta, con pequeños matices de diferencia".

"En un ayuntamiento lo que prima no es la ideología, sino el sentido común, y los dos apostamos por un cambio y coincidimos en las principales líneas estratégicas para superar un municipio anquilosado en un gobierno caciquil", ha aseverado el nuevo alcalde de Arbo.

"CONTRA NATURA"

Por contra, el que era candidato del PP, Horacio Gil, ha calificado de "pacto contra natura" el alcanzado entre el BNG y A.I.AR., una formación integrada por "gente afín" y vinculada en el pasado al PP.

"Es una situación difícil de entender y sin explicación, pero me imagino que se cobran viejas rencillas de hace 20 años", lamentó. El representante del PP reconoció que su partido mantuvo negociaciones con A.I.AR, pero aseguró que "pedían demasiado" y sus exigencias "eran inasumibles".