Roberto Barreto, de Garafía por el Cambio (Gpc), fue el candidato electo que menos votos recibió en las pasadas elecciones municipales (203 votos y dos concejales, el 21,8% del total de votantes). Sin embargo, exige, como punto innegociable, la Alcaldía para cerrar un acuerdo de gobierno en esta pequeña administración local del norte de La Palma. Lo tiene claro hasta el punto de que asegura que o es alcalde o se va a la oposición.

Ni siquiera una alcaldía compartida como se va a producir en otros municipios en donde el reparto de ediles está más equilibrado. Barreto afirma públicamente que o le dan los cuatro años de bastón de mando en Garafía o no tiene problemas en quedarse en la oposición, según aseguró a EL DÍA.

El candidato electo de Gpc ha hablado con las otras dos formaciones: CC con 4 ediles (396 votos) y el PSC con tres (276 votos), y se mantiene a la espera de recibir una respuesta a su posición, que en principio parece más acorde con la situación de los socialistas, sobre todo después de anunciar que se retira su alcalde en funciones.

Los socialistas le han ofrecido un año y medio de Alcaldía (además de las concejalías de Obras y Deportes para su número dos), pero quiere los cuatro años. Es más, según afirma, "es la manera de compensar los cuatro años que gobernaron gracias a mí". Al respecto, asegura que "no voy a sentarme más a negociar con el PSC, ya tienen la oferta".

Este concejal, que era de CC y pasó al grupo mixto en la pasada legislatura, apoyó a Reyes Medina para garantizar un gobierno estable hasta las pasadas elecciones, en las que formó su propia agrupación política. Ahora, asegura que los nacionalistas han intentado devolverle la moneda con un movimiento similar al que él hizo, llamando a su número dos, "con la intención de saber si estaba dispuesto a apoyarles".

PSC y UVG se acercan

Con estos antecedentes, se respira incertidumbre y tensión en Garafía. El reflejo de esa situación se materializó en un escrito anónimo repartido por las calles titulado "Las mentiras de Roberto", en el que se le llama "tramposo y mentiroso".

Además, esta situación, que ha generado aún más confusión en un municipio ya de por sí políticamente complejo, ha obligado al PSC y al eterno rival, UVG-CC, a buscar un posible entendimiento. En días pasados, ambas formaciones se sentaron a negociar, aunque por el momento no se ha anunciado ningún tipo de acuerdo.

Es posible que en las próximas horas se anuncie un pacto entre los más votados para evitar que entre el menos votado.