El alcalde de La Victoria en funciones, el socialista Manuel Correa, declaró ayer a EL DÍA que no dejará el ayuntamiento para propiciar un pacto PSOE-PP, tal y como han exigido los populares antes y después del 22-M. Correa no considera serio que una formación política trate de vetar la presencia del candidato más votado en las elecciones municipales.

Correa lamenta que en el PP supediten cualquier posibilidad de acuerdo a su marcha: "Yo no puedo dejar tirados a mis electores, que son la mayoría de los votantes de La Victoria y más que en 2007, ni tampoco a mi partido".

El mandatario señala que tras el 22-M puso su cargo a disposición del PSOE victoriero para facilitar acuerdos de gobierno, "pero la respuesta de mis compañeros fue que si yo abandonaba, ellos se irían conmigo".

Con la marcha de Correa descartada, el panorama político en La Victoria mantiene tres opciones abiertas: un gobierno en minoría del PSOE, un pacto CC-PP y un improbable acuerdo CC-PSOE, dadas las diferencias entre ambos líderes.