En el momento en el que se compra un coche se hace una importante inversión (sobretodo, cuando se trata de un vehículo nuevo) Por ley es necesario que dicho coche cuente con un seguro, pero no todos son iguales. El más básico es el seguro a terceros, que se puede ampliar para incluya algunos extras, pero lo que los expertos en el sector aconsejan es optar por un seguro de coche a todo riesgo cuando se trate de un coche nuevo o de kilómetro cero. Además, es conveniente mantener dicha póliza durante, al menos, tres años. Vamos a enumerar los motivos por los que es recomendable contratar este seguro.

  1. Seguro de Responsabilidad Civil Obligatoria. Como ya indicábamos este es el mínimo permitido por ley y lo que cubre es la parte económica derivada de los daños personales y materiales que se le puedan causar a terceros. El seguro a todo riesgo, por supuesto, ya lo tiene incluido.

  2. Responsabilidad Civil Voluntaria. Este punto se entiende como el complemento del anterior. Es decir, que abarca los excesos a los que no llegue el seguro obligatorio. Este es uno de los motivos por los que el seguro a todo riesgo es más caro, pero cuando se le necesita, cubre también más opciones.

  3. Daños al propio vehículo. Además de estar incluido el seguro a terceras partes, con el seguro a todo riesgo los daños que se puedan ocasionar en el propio coche también están cubiertos. Y esto es así con independencia de quién haya sido el causante del siniestro.

  4. Incluye el robo. Esto está especialmente pensado para aquellos conductores que, de forma habitual, aparcan su vehículo en la vía pública. Aunque, si el coche cuenta con un garaje, también se le aplica esta cobertura.

  5. Asistencia en viaje. Lo que más preocupa, además de lo ya mencionado, cuando se tiene un coche es que éste de algún problema cuando uno se encuentra en carretera. El seguro a todo riesgo propicia que, si esto ocurre, tanto por accidente como por avería se hagan cargo y acudan a donde se requiera.

  6. Lunas. Por supuesto, en el seguro a todo riesgo también se incluye la reposición y colocación de nuevas lunas (tanto traseras como delanteras) cubriendo así todos los gastos que eso suponga.

Algunas de las cuestiones a tener en cuenta antes de contratar un seguro a todo riesgo es (como ya indicamos) la antigüedad del vehículo (si es nuevo, no debería ni dudarse), pero también el uso que se le da al coche en sí (cuanto más se emplee, sobretodo si es en horas punta, con más tráfico, más probabilidades de accidente hay, aunque sea leve) Tampoco hay que olvidar que si no se deja el coche aparcado en un garaje las probabilidades de que sufra algún acto vandálico también son mayores. Por último, si la economía es escasa puede que convenga más que nunca hacerse con un seguro a todo riesgo, si se cumple con lo anterior. Más que nada porque si ocurre un accidente es la única manera de asegurarse que se podrá hacer frente al desembolso de dinero que ello conlleve, ya que la aseguradora se encargará de todo.