El Consejo General de Economistas (CGE) estima un crecimiento del PIB del 3,2 % este ejercicio, que se moderará hasta el 2,4 % en 2017, debido a la "desaceleración paulatina" que se producirá como consecuencia de la pérdida de fuerza de "los vientos de cola" que empujan a la economía española.

El CGE destaca en una nota de prensa sobre su último informe cuatrimestral de previsiones que el crecimiento económico de España se ha visto favorecido por la caída de los precios de consumo, los bajos tipos de interés y la política del Banco Central Europeo (BCE), efectos que irán desapareciendo a lo largo de 2017.

Sin embargo, apunta que otros elementos de impulso al crecimiento serán la recuperación del sector exterior como respuesta a la fortaleza del dólar, la mayor aportación del sector turístico y la creciente contribución de la construcción apoyada en una mayor demanda de viviendas.

La previsión del Consejo para 2016 (3,2 %) coincide con el pronóstico del Gobierno incluido en la última actualización de su cuadro macroeconómico, aunque el cálculo para el próximo año (2,4 %) es una décima inferior al realizado por el Ejecutivo.

Asimismo, señala que el crecimiento continuo de la economía española es "el principal motor de creación de empleo", por lo que calcula que la tasa media anual de desempleo se sitúe a final de año en el 19,7 % y en el 18 % en 2017.

La recuperación del consumo y la inversión, unida a la moderación de los costes salariales, hará que la creación de empleo sea similar en los dos ejercicios, afirma.

En cuanto a los precios de consumo, pronostica que el IPC cerrará 2016 en el 0,7 %, el nivel actual, y aumentará en 2017 hasta el 1,6 %, debido a la subida del coste de las materias primas y el incremento de la renta disponible, además de a las políticas expansivas de gasto público y la subida de tipos de interés que habrá en la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.