Las actuales condiciones sociales de precariedad a las que algunos empresarios se han visto sometidos han sido debidas fundamentalmente a la poca o nula ayuda del Gobierno Central, o, directamente, a las acciones que se acometen en su perjuicio. Esto hace que los emprendedores se busquen la vida de forma alternativa para poder seguir luchando por un futuro en el que no se desprestigie para siempre a una persona que ha invertido tiempo y dinero en un negocio y se le obligue a vivir en el ostracismo económico, sin posibilidad de redención, porque su negocio o empresa haya acumulado deudas, no tanto debido a una mala gestión, sino a una situación, como venimos diciendo, de precariedad y desamparo.

En algunos casos, los empresarios pueden acogerse a muchas razones para comprar una sociedad ya constituida en lugar de crearla de cero, sociedades que están inactivas o sociedades limitadas preparadas para su venta.

Algunas de estas razones son:

  • Tener un elevado nivel de deudas y, por lo tanto, es necesario comprar sociedades completamente limpias.
  • Un empleado que quiere montar su propia empresa y prefiere buscar venta de sociedades inactivas en lugar de crearla para mantenerse, en la medida de lo posible, en el anonimato.
  • Se necesitan sociedades urgentes por la necesidad de facturar inmediatamente.
  • La antigüedad de una sociedad, que lleva cierto tiempo ya creada, crea un prestigio y, por tanto, un valor añadido que las empresas de nueva creación no tienen.

Conseguir el dinero para comprar una de estas sociedades se hace especialmente delicado si queremos mantener cierto secretismo en su adquisición. Y todo esto sin contar con encontrar una entidad que se ajuste a las necesidades financieras para un proyecto de estas características, en el que la confidencialidad es un factor de gran relevancia.

Encontrar, por tanto, un préstamo que solucione este dilema y te permita iniciar la compra de una sociedad, para trasladar o iniciar un negocio con rapidez y limpieza es, como decimos, harto complicado. Pero afortunadamente, contamos con agencias de agencias de créditos y prestamos online donde te ofrecen la información que más preocupa a las personas que piden un préstamo a estas agencias.

En la web reseñada ofrecen una comparativa de las diferentes entidades financieras que ofrecen préstamos personales sin demasiada complicación. La cantidad máxima que es posible pedir, el tiempo que se tarda en concederlo, el tiempo máximo para devolverlos y con las comisiones pertinentes, con o sin aval.

Así mismo, presenta otra lista con las entidades que ofrecen dinero de forma urgente, en 15 minutos, con cantidades que oscilan entre los 300 y los 900 euros, notoriamente más bajas que las anteriores, así como el tiempo para devolver, con o sin nómina o aval.

Invertir en tiempos de crisis

Cuando el dinero escasea y las oportunidades de perder el empleo están latentes, las personas activas no pueden quedarse esperando a verlas venir. O puedes comenzar a montar tu propia empresa y hacerte autónomo para huir de la posibilidad del despido, comprando una sociedad, como explicábamos en el punto anterior, o puedes invertir el dinero que tengas y hacerlo trabajar por ti.

Las posibilidades de invertir el dinero son muchas y van en función de la cantidad de riesgo que se quiera correr. Las inversiones más comunes son en bolsa, en inmuebles, renta fija, arte, oro, etc. Además son compatibles entre ellas y un buen método para andar sobre seguro es invertir en más de una opción.

En concreto, la inversión en Bolsa es la que más atención capta a los inversores nobeles, pues es más fácil de lo que en principio pudiera parecer. En realidad, puede hacerlo cualquiera sin necesidad de tener ningún conocimiento previo o una inteligencia superior a la media. Con un breve curso de bolsa y, dentro de esta, especializarse en trading, si se quiere, cualquier persona está capacitada para dedicar al menos una parte de su dinero para invertir en bolsa. Está demostrado que a largo plazo la Bolsa puede ser la inversión más rentable que hay.

Como decimos, con unos simples conocimientos básicos, unos cursos para aprender sobre técnicas de inversión, como swing trading o técnicas de Spread, será suficiente para comenzar a invertir con acierto en las tendencias alcistas o a la baja de los mercados financieros y ganar dinero con ello.

Entre el amplio campo de posibles inversiones que puedan efectuarse dentro del espectro económico, el ejemplo que pondremos a continuación puede servir como referencia de cualquier tipo de empresa, indiferentemente al tamaño o tipo de negocio al que se dedique, la idea básica es la misma.

Como decimos, cualquier empresa que suponga una tendencia alcista es digna de ser investigada y puesta en el punto de vista para realizar algún tipo de inversión. Valga para este ejemplo los talleres mecánicos, los cuales pueden suponer un tipo de negocio tan bueno como cualquier otro para invertir en ellos, con la compra de paquetes de acciones si estuvieran disponibles.

Buscando en un directorio de talleres, podemos iniciar un seguimiento de aquellos en los que se ve una clara tendencia alcista en el mercado local o nacional, según el caso. Decidimos entonces aquel que vemos, dentro del conjunto de talleres mecanicos de la zona, el que tiene un crecimiento importante en cuanto a clientela, superior a la media. Entonces podremos estar confiados de realizar una buena acción al comprar parte de las acciones, si estas estuvieran a la venta.

Con esta intervención económica se abre una posibilidad de ampliar el negocio para el o los propietarios de los talleres y expandir su oferta con la apertura de otros locales. Así mismo, el inversor compra un porcentaje de interés sobre los beneficios, así como participación en la dirección y futuras decisiones directivas, si se llegase a un acuerdo. Un acuerdo que podría beneficiar claramente a ambas partes. Los pormenores de participación y porcentajes de beneficios se aplicarán de mutuo acuerdo y será, lógicamente, proporcional a la inversión realizada.