Antonio del Valle, hasta ahora el representante del grupo financiero mexicano BX en el consejo de administración del Banco Popular, ha dejado en manos de su primo Jaime Ruiz Sacristán su puesto en la entidad financiera.

La decisión se conoció este jueves, cuando el máximo órgano de gestión del Popular acordó nombrar "por cooptación" a Ruiz Sacristán como vocal del consejo, con carácter de dominical.

De esta manera, el empresario Del Valle abandona el consejo de la entidad española, en la que desembarcó a finales de 2013.

Concretamente, el 11 de diciembre de ese año, el Popular anunció que entraba en México con la compra del 24,9 % del grupo financiero BX por 97 millones de euros, después de alcanzar un acuerdo con los accionistas mayoritarios, la familia Del Valle.

Según dicha alianza, la familia Del Valle y otros empresarios mexicanos invertirían 450 millones para hacerse con el 6 % del Popular, con lo que se convertieron en el segundo mayor accionista del banco español.

Para llevar a cabo la operación, el Popular ejecutó una ampliación de capital con exclusión del derecho de suscripción preferente, aunque antes, la entidad ya dio entrada a la familia Del Valle y a otros accionistas mexicanos.

La persona que ejerció la representación del grupo BX en el Popular fue, desde un primer momento, el propio Antonio del Valle.

Para que su entrada se hiciera efectiva, el Popular remodeló su consejo, una medida que aprobó la junta general de accionistas el 7 de abril de 2014.

Ese día, el presidente del Popular, Ángel Ron, daba la bienvenida a Del Valle y se mostraba seguro de que el acuerdo de colaboración sería "mutuamente beneficioso".

Pero la familia mexicana ha visto en los últimos tiempos cómo su participación en el capital se diluía del 6 % inicial, hasta el entorno del 4 %, después de participar en la última ampliación de que la entidad hizo en junio de este año.

Popular amplió capital por valor de 2.500 millones con el objetivo de fortalecer su balance, mejorar su rentabilidad y sus niveles de solvencia y de calidad de activos.

Esta operación venía acompañada de un nuevo plan estratégico que prevé la desinversión de 15.000 millones de euros de activos improductivos brutos entre 2016 y 2018.

Para llevarlo a cabo, Popular sustituyó al consejero delegado, Francisco Gómez, por Pedro Larena, que se incorporó como "número dos" el pasado 1 de septiembre.

En su primer mes en el banco, Larena ha estudiado distintas alternativas para reducir los activos improductivos, entre ellas, crear una sociedad inmobiliaria con activos por valor de cerca de 6.000 millones de euros.

Una sociedad que incluso podría salir a Bolsa, según explicó el banco, que también, en los últimos días ha reestructurado algunas de sus direcciones y ha creado el área de Negocio Inmobiliario y Transformación de Activos.

Igualmente, el banco ya ha confirmado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a unos 2.900 trabajadores, principalmente vía prejubilaciones, y con el que prevé recortar su red de oficinas en unas 300.

En este contexto y mientras el banco sigue siendo el valor más castigado en el IBEX 35, con un recorte anual del entorno del 65 %, Del Valle deja el consejo y su lugar lo ocupa su primo.

Ruiz, cofundador con Del Valle del banco BX, es licenciado en Administración de Empresas por la Universidad Anáhuac (México), cuenta con una larga experiencia en el sector financiero y bancario, y es también presidente del consejo de la Bolsa Mexicana.

Los rumores del sector financiero apuntan a que la salida de Del Valle se debe a que sus relaciones con el presidente del Popular no pasan por su mejor momento, no solo por la ampliación de capital, con la que al parecer no estaba de acuerdo, sino por el posible tanteo del mexicano a otras entidades para una fusión.