El 1 de febrero de 1939, y por resolución de la jefatura de Enseñanza Profesional Técnica, previa autorización del Ministerio de Educación Nacional, se aprobó el traslado de la Escuela Superior de Comercio, desde su sede provisional, que estaba ubicada en la calle Viera y Clavijo, en el propio Palacio Municipal, al edificio del Instituto Imeldo Serís, emplazado en la aledaña calle Veinticinco de Julio, de esta capital.

El citado Instituto Imeldo Serís era- ya no lo es, como veremos más adelante- una espléndida mansión neoclásica. Y había sido donada a la ciudad por Imeldo Serís-Granier y Blanco (1848-1904), marqués de Villasegura, teniente de navío, diputado a Cortes y jefe de la Real Casa de S.M. La Reina Isabel II.

El referido palacete fue obra del arquitecto- y amigo íntimo de Imeldo Serís- Manuel de Cámara y Cruz (1848-1921). En este suntuoso edificio, la antigua Escuela Superior de Comercio tuvo, durante más de treinta años, su mayor auge.

En 1972, la referida Escuela de Comercio se integró en la Universidad de La Laguna con el nombre de Escuela Universitaria de Estudios Empresariales que, en 1995, se trasladó al campus de Guajara. El también denominado "Edificio Villasegura" está considerado, desde el año 2004, como Bien de Interés Cultural (BIC).

Hace algún tiempo, y en estas mismas columnas de "EL DÍA", un informe de los delegados de prevención del Ayuntamiento de Santa Cruz ponía en evidencia el estado de deterioro que presentaban algunas de las dependencias y partes del edificio de la antigua Escuela de Comercio. El estudio señalaba que se observaba "el mal estado general de las instalaciones, debido al deterioro impuesto por el uso y la antigüedad del inmueble". Días más tarde, en estas mismas columnas, auténticos valedores, no sólo de la esbelta mansión, sino de todos los profesores y alumnos que albergó el aludido centro docente, manifestaban: "Verdadera vergüenza nos da, como ciudadanos de Santa Cruz de Tenerife, que un edificio tan emblemático y querido como la antigua Escuela de Comercio se nos esté cayendo, prácticamente, a pedazos..."

Durante varios años, el edificio donado por el marqués de Villasegura-cuya tumba se encuentra en el cementerio de San Rafael y San Jorge- se le conocía, como ya se ha apuntado, como Escuela de Comercio, así, a secas. Y ahora sus rótulos resultan tan variopintos como numerosos, desde "Universidad 3º Edad" hasta "Consejo Social", pasando por "Fundación Empresas" y "Universidad de La Laguna", entre otros.

En su testamento, y en el denominado "legado Imeldo Serís", nuestro personaje legaba a la ciudad, cuna de su nacimiento, y de sus sentimientos, la cantidad de cien mil pesetas para "que se construya en Santa Cruz de Tenerife el edificio destinado a Establecimiento de Caridad, benéfico o de enseñanza, lo que más falta haga en aquella Capital, a juicio de mis albaceas, que se denominará "Instituto Benéfico, o de Caridad, o de Enseñanza, de Imeldo Serís".

Entre las disposiciones que acompañaban a este importante legado económico, se decía. "Es mi voluntad también que en este edificio ondee siempre la bandera Española, y que sí, por vicisitudes de la política o por desgracias de la patria, dejase dicha Isla de ser española, el citado edificio quede siempre bajo el protectorado de España y el Cónsul español, como representante de nuestro gobierno, sea el que ejerza este protectorado".

Por eso ondea la bandera española en la antigua Escuela de Comercio, que fue también sede del Ilustre Colegio Oficial de Titulados Mercantiles y Empresariales de Santa Cruz de Tenerife (Cotime), que en estos momentos preside Francisco Purriños Carrasco.

Ondea, decíamos, este símbolo español, en este edificio que se sigue cayendo a pedazos; incluso, el hastial donde figuraba el busto de su generoso mecenas, ha desaparecido. Y duele, y mucho, presenciar estas continuas y lamentables negligencias, de forma más acentuada, en quienes, por ejemplo, pasaron largas jornadas docentes en estas señoriales estructuras.

En fin, ojalá lleguen estos ecos a los nuevos concejales del Ayuntamiento de Santa Cruz, a Yolanda Moliné, encargada del Patrimonio Histórico; y a José Carlos Acha, de Cultura. Ojalá.

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