La reunión de ministros de Finanzas y jefes de bancos centrales del G20, el grupo de los 20 principales países desarrollados y emergentes del mundo, terminó hoy en Estambul con un llamamiento a poner en práctica los pasados compromisos para impulsar el crecimiento.

Tras dos días de deliberaciones en el centro de convenciones de la capital económica de Turquía, los pesos pesados de las finanzas internacionales estimaron que la reciente bajada del precio del petróleo podría impulsar la economía mundial.

Al mismo tiempo advertieron de que en algunos países ha disminuido el potencial crecimiento económico, mientras que la demanda sigue siendo débil, con perspectivas sombrías para el empleo, lo que hace que aumente la desigualdad.

Ante este panorama, los responsables de finanzas y política monetaria expresaron su respaldo a lo que calificaron como políticas "acomodaticias", para adaptarse a las distintas realidades de cada economía.

Explícitamente, la reunión respaldó la reciente decisión política del Banco Central Europeo (BCE) de inyectar decenas de miles de millones de euros en el mercado mediante la compra masiva de bonos públicos y privados.

Aunque no estaba en la agenda oficial de trabajo ni acabó siendo mencionada en la declaración final, la gran protagonista del encuentro fue Grecia.

Hubo cierta prisa entre los asistentes para huir de una Estambul sumida en una densa nevada, muchos adelantaron las ruedas de prensa previstas, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, incluso canceló la suya.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, reiteró su postura respecto a la pretensión del nuevo gobierno griego de renegociar su deuda.

En primer lugar, el responsable alemán desmintió rotundamente que hubiera ya un ''acuerdo puente'' entre la Comisión Europea y Grecia. "Primero, no sé nada de esto, y segundo, la Comisión no es la entidad responsable para ello", aseveró.

"Mañana tendremos una reunión en el eurogrupo y ahí, el ministro de Finanzas griego (Yanis Varufakis) presentará sus ideas; escucharemos con tranquilidad lo que nos tiene que decir", avanzó.

"He hablado con los colegas griegos, y creo que las reglas son claras. De la situación extremadamente grave en Grecia, solo Grecia tiene la culpa", insistió el ministro alemán de Finanzas.

Algo más suave fue el ministro español de Economía, Luis de Guindos, al asegurar que "la voluntad de acuerdo está allí", aunque no se olvidó de recordar que Grecia tiene obligaciones.

"Yo siempre veo posibilidades de llegar a un acuerdo. España ha sido siempre constructiva, pero teniendo en cuenta que existen unos compromisos", agregó el ministro español, quien acudió a esta reunión porque España tiene estatus de "invitado permanente" en el G20.

Con Grecia como principal foco de interés, quedaba en segundo lugar la agenda oficial del G20 respecto a las políticas de crecimiento y la lucha contra la evasión fiscal.

Schäuble trazó una imagen más bien positiva al señalar que la situación "está más distendida ahora que en años anteriores".

"Pese a los evidentes riesgos geopolíticos estamos mejor, las perspectivas son buenas, en parte por el buen desarrollo de Estados Unidos, también las nuevas cifras de Italia marcan un cambio de tendencia", se felicitó el ministro germano.

"Desde luego, la bajada del precio del petróleo tiene efectos positivos; incluso si para los países exportadores tienen un efecto negativo, en conjunto refuerza el poder adquisitivo", dijo.

La implementación de las reformas acordadas es fundamental, así como un mecanismo de control para que dentro de cinco años haya un 2 por ciento de crecimiento adicional.

"Tenemos hasta 2018, aún falta bastante por hacer y en Antalya (Turquía) lo examinaremos (en la próxima cumbre del G20, en noviembre)".

"Avanzamos paso a paso, pero lo decisivo es que las reformas estructurales también sigan paso a paso y no se ralenticen tras unos éxitos iniciales", pidió Schäuble.

Agregó que Francia, tras la masacre de los dibujantes de Charlie Hebdo en enero, "adelantó una iniciativa para mejorar la lucha antiterrorista" también desde el ámbito financiero, "algo en lo que todos están de acuerdo".

"En conjunto hemos hecho más solida la economía mundial", resumió Schäuble el día y medio de reuniones del G20 en Estambul.

Un comunicado de la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, subrayó el apoyo del FMI a las decisiones de la reunión.

"Respaldo plenamente el llamamiento del G20 para implementar los compromisos políticos del Plan de Acción de Brisbane, que podrán elevar el crecimiento económico en al menos un 2 % y crear millones de puestos de trabajo nuevos en los próximos cuatro años", dijo.