El ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, redujo ayer el tono de confrontación con sus socios europeos en París al asegurar que su intención es negociar con todas las instituciones que forman la troika "un nuevo contrato" gracias al cual su país dejará de costarle tanto al resto de los europeos. "No se trata de negociar los unos contra los otros" y sobre todo no oponer el norte de Europa con el sur, sino de ponerse todos "en el mismo lado de la mesa" para acordar "un nuevo contrato" porque el actual plan de salvamento griego "le cuesta demasiado a Europa", señaló Varufakis tras reunirse con su homólogo francés, Michel Sapin.

Justificó su rechazo a la troika porque, desde su punto de vista, es "un grupo de tecnócratas" que van a Grecia a supervisar tal o cual punto de un programa de salvamento que le ha hecho mal al país, y que además no tiene mandato para negociar.

Por eso, añadió que con quien quiere hablar es con las instituciones que la componen.