El Banco Central Europeo (BCE) podrá aplicar medidas de expansión cuantitativa, en caso necesario, para evitar una deflación en la zona del euro, aunque todavía debe esperar a la sentencia definitiva de la Justicia europea.

El BCE se mostró hoy satisfecho con la opinión del abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) y dijo que el programa de compra de deuda soberana anunciado en 2012 está preparado y a disposición.

El miembro luxemburgués del comité ejecutivo del BCE, Yves Mersch, dijo que la opinión del abogado general es "un hito importante" y consolida la convicción de la entidad monetaria de que el programa era legal y cumple con su mandato de asegurar la estabilidad de precios.

El abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) Pedro Cruz Villalón consideró que este programa de compra de deuda pública en el mercado secundario anunciado en 2012 es, en principio, compatible con el Derecho comunitario.

El euro cayó alrededor de medio centavo de dólar hasta 1,1750 dólares después de conocerse la opinión del abogado general, por las expectativas de más estímulos monetarios en la zona del euro, pero después recuperó posiciones.

Las bolsas europeas reaccionaron en un primer momento positivamente a la opinión legal y redujeron sus pérdidas en vista del viento de popa que proporciona la política monetaria.

"Todas las decisiones que toma el BCE están motivadas y restringidas por su mandato para asegurar la estabilidad de precios. Como en el pasado el consejo de gobierno siempre cumplirá la legislación de la Unión Europea", dijo Mersch.

Los mercados prevén que el BCE aprobará el jueves de la próxima semana medidas de expansión cuantitativa que incluyan las compras de grandes cantidades de deuda soberana, que serían ya el tercer programa anunciado.

El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo en una entrevista con el semanario alemán "Die Zeit" que la entidad monetaria está preparada para comprar deuda soberana para hacer frente a la baja inflación y la debilidad coyuntural.

"Todos los miembros del consejo de gobierno del BCE están decididos a corresponder a nuestro mandato", dijo Draghi a "Die Zeit" del jueves.

"Por supuesto que hay diferencias de cómo debería llevarse a cabo, pero no es que tengamos un sinfín posibilidades", añadió el presidente del BCE.

"Nos encontramos en una situación en la que deberíamos bajar más el tipo de interés rector, pero eso ya no se puede hacer. En este punto debemos recurrir a medidas no convencionales, es decir cambiar el tamaño y la composición del balance del BCE", dijo Draghi.

El Gobierno alemán alabó también la opinión del abogado general del Tribunal de Justicia Europeo, que apoya "en principio" la posición del ejecutivo.

El programa de operaciones monetarias de compraventa (OMC) fue el segundo de compra de deuda soberana en los mercados secundarios, que el BCE anunció en agosto de 2012, para ayudar a países con dificultades de financiación en los mercados de capital.

El BCE dio a conocer en septiembre de 2012 las características técnicas de un programa que nunca ha aplicado hasta ahora.

A diferencia del primer programa, para el segundo son imprescindibles condiciones estrictas y efectivas, incorporadas en un programa de asistencia europeo.

De este modo, el BCE quiere garantizar que los gobiernos sigan teniendo los incentivos correctos para llevar a cabo las reformas estructurales y los ajustes presupuestarios exigidos.

El presidente del Instituto de Investigación Económica alemán (Ifo), Hans-Werner Sinn, criticó que la opinión del abogado general "es el equivalente a una carta blanca para el BCE que justifica su comportamiento".

El abogado de la UE contradice al Tribunal Constitucional alemán al destacar que está legitimado lograr una caída en los intereses de los Estados miembros para que sean solventes, añade el presidente del Ifo.

El abogado general concluye que el segundo programa de compra de deuda soberana del BCE "es una medida no convencional de política monetaria", pero que para ello debe respetar la prohibición de financiación monetaria de los Estados y el principio de proporcionalidad.

La opinión del abogado general responde a la demanda que presentaron un grupo de 37.000 ciudadanos alemanes contra el BCE y a que el Tribunal Constitucional alemán remitió el caso a la justicia europea.

El presidente del Ifo advierte de que, en caso de que el Tribunal de Justicia Europeo sentencie a favor del programa de compra de deuda soberana, la zona del euro se sumergirá en una crisis institucional mayor porque el Constitucional alemán considera que el programa es en su forma actual incompatible con la Constitución alemana.