La economía catalana ha dado signos de recuperación en 2014 y cerrará el ejercicio en positivo, pero su nivel de desempleo continúa siendo elevado y su endeudamiento sigue disparándose en un ejercicio en el cual el debate sobre la independencia también ha estado presente en el terreno económico.

A falta de conocer los datos del cierre del año, la economía catalana acumulaba a finales del tercer trimestre un crecimiento del 1,5 % en comparación con el mismo período del año pasado.

Tras un 2013 que se cerró con una caída del 1,2 %, la economía catalana acumula cuatro trimestres consecutivos de crecimiento interanual y para 2015 la Generalitat prevé un incremento del 2,2 %, si bien esas mejoras no se han traducido en un recorte contundente del nivel de desempleo.

Según los datos de la última EPA, la tasa de paro se situó en Cataluña en el 19,1 % de la población activa en el tercer trimestre de 2014, frente al 22,84 % de un año antes, lo que deja el número total de desempleados en esta comunidad en 726.100 personas, una cifra que el Servicio Público de Empleo recorta hasta los 581.652 parados registrados en noviembre.

A pesar de que las exportaciones continúan experimentando un buen comportamiento, las importaciones ganan terreno, por lo que la economía catalana sustenta su crecimiento en la demanda interna, apoyada por la buena marcha de sectores como el de los servicios y discretas mejoras en la industria.

En cambio, Cataluña, al igual que España, ha seguido en 2014 engrosando su deuda y es la comunidad más endeudada en términos absolutos, con 63.075 millones, según los últimos datos del Banco de España.

En términos relativos, la superan la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, pero la deuda ya supone el 31,8 % del PIB catalán, cuando un año antes equivalía al 27,2 % del PIB, por lo que el pasivo de Cataluña se ha incrementado en torno a unos 10.000 millones de euros en un año.

Por otra parte, la Generalitat ha continuado este año su particular batalla con el Gobierno por conseguir unos objetivos de déficit más amplios y un modelo de financiación más justo.

Hasta octubre, la Generalitat acumulaba un déficit del 1,76 % del PIB, equivalente a 3.529 millones, frente al 1 % permitido para todo el año, y ya ha fiado el cumplimiento del 0,7 % marcado para 2015 a que el Estado le transfiera 2.200 millones de euros por reclamaciones que cree justas.

La Generalitat ha intentado este año suplir su falta de ingresos con privatizaciones, pero el plan previsto en los presupuestos ha quedado muy lejos de cumplirse, ya que ha fracasado la principal operación prevista, la de las depuradoras del área metropolitana.