Uno de los efectos adversos de la precariedad laboral es su impacto negativo sobre los incentivos de las empresas a invertir en la formación de los trabajadores temporales, según un artículo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

Fedea explica que un trabajo reciente de Antonio Cabrales, Juan Dolado y Ricardo Mora para la fundación aporta evidencia en este sentido y muestra también que el déficit de formación resultante tiene un impacto negativo y significativo sobre las competencias de los trabajadores afectados.

Cabrales, Dolado y Mora señalan que los trabajadores españoles que tienen un contrato temporal tienen una probabilidad menor en casi un 10% que aquellos que cuentan con un contrato indefinido de participar en actividades de formación en el trabajo.