Las empresas que venden por internet deben presentar, de forma resumida y en un lenguaje claro, las condiciones de venta y el precio final de la transacción sin ambigüedades, según unas nuevas guías presentadas hoy por la OCDE.

Los comerciantes deben redactar "en un lenguaje llano" esas condiciones, en las que deben aclarar, además del precio final, el plazo de entrega, las reglas de reembolso y devolución, así como posibles cargas y opciones para resolución de contenciosos, señala la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en las directrices a sus 34 Estados miembros.

En el terreno de la privacidad, la organización insta en un comunicado a que gobiernos y empresas apliquen medidas para garantizar que los consumidores tienen "un conocimiento apropiado sobre cómo se colectan sus datos personales, cómo se usan y cómo se comparten con terceros".

A ese respecto, añade que los "datos sensibles" como los referidos a la geo-localización, a la salud o los de carácter financiero necesitarán un consentimiento expreso para ser archivados.

Para proteger a los niños, se pide que se impida con medidas específicas que puedan comprar productos, como juegos en línea, sin la autorización parental.

En esa línea, la publicidad debe ser claramente identificable y las aplicaciones transparentes sobre si hay cualquier tipo de gastos.

La OCDE insiste en que la protección del consumidor tiene que ser la misma, al margen del tipo de productos que se vendan o del método de pago, y hace notar que actualmente en muchos países varía dependiendo de si la transacción es física o en línea o de si se abona con una tarjeta de crédito o con un teléfono móvil.

También aboga por reducir las diferencias en la protección del consumidor entre países para evitar incertidumbres legales que constituyen un obstáculo al comercio electrónico transfronterizo.