La economía de España sigue siendo vulnerable a "choques" por su alta deuda interna y externa y debe "mantenerse vigilante" ante los desequilibrios que acumula, como el alto nivel de desempleo, según un informe publicado ayer por la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE).

Ambas instituciones advierten de que también debe continuar la "vigilancia" sobre el sector financiero, ante la posibilidad de que una nueva "corrección en los mercados financieros globales" afecte a la valoración de los activos españoles.

Así lo señalan en sus conclusiones preliminares sobre la segunda misión de supervisión llevada a cabo tras el fin del programa de asistencia financiera a España.

La CE y el BCE constatan las "tendencias positivas" que ha presentado la economía y el sector financieros españoles en los últimos dos años, y que la recuperación económica ha ganado impulso durante 2014 "con el PIB en crecimiento más rápido que la media de la zona del euro", aunque recalcan que los retos continúan.

En concreto, apuntan que "los grandes niveles de deuda interna y externa implican que se necesita un mayor desapalancamiento en distintos sectores de la economía, por lo que su vulnerabilidad a los choques persiste".

Entre las notas positivas, destacan que "la confianza creciente, la creación de empleo, las condiciones de financiación más fáciles y la baja inflación" benefician al consumo interno y a las inversiones en equipo.

Las instituciones subrayan, además, que el desempleo está disminuyendo, aunque se mantiene "muy alto, por encima del 24 %", mientras que respecto a la deuda pública "sigue al alza".

La CE y el BCE también constatan la mayor estabilización del sector financiero español.

"Los indicadores de mercado de riesgo en el sector financiero han seguido mejorando, reflejando las tendencias positivas en los mercados financieros mundiales", añade el estudio.