La UE y EEUU representan más del 50% del PIB mundial en términos de valor, un 41% del PIB mundial en términos de poder adquisitivo y el 30% del comercio mundial. Cada día la economía transatlántica intercambia 2.000 millones de euros en bienes y servicios.

El Comité Económico y Social Europeo ha dictaminado recientemente que el éxito de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI) podría ser un factor importante para fomentar un crecimiento y un optimismo reales.

Teniendo en cuenta la lenta recuperación de la crisis, económica y financiera, de 2008, un acuerdo equilibrado podría contribuir a que la economía europea recupere el crecimiento económico y la creación de empleo.

El Comité acoge favorablemente las considerables oportunidades que ofrece un amplio acuerdo, no solo para ampliar el comercio y la inversión entre las dos orillas del Atlántico sino también por su contribución potencial al desarrollo de reglamentaciones y normas mundiales reforzadas que puedan beneficiar al propio sistema de comercio multilateral.

El enfoque sobre la coherencia de la reglamentación debería ser ambicioso y transparente, y las buenas prácticas deberían formar la base de las negociaciones. Es esencial que ambas partes den garantías de que no se producirá una disminución del nivel de las normas vigentes.

Además, el acuerdo será especialmente valioso para las pymes, dado que las barreras comerciales tienden a cargar desproporcionadamente a las pequeñas empresas, que tienen menos recursos para superarlas que las de mayor tamaño. Entre los posibles beneficios para las pymes cabe citar aranceles, simplificación de cuestiones de reglamentación y de barreras no arancelarias, servicios, comercio electrónico, contratación pública, simplificación de cuestiones aduaneras y comerciales y derechos de propiedad intelectual.

El CESE apoya la inclusión de un capítulo dedicado a las cuestiones relacionadas con las pymes. Este capítulo podría crear mecanismos que permitan colaborar a ambas partes para facilitar la participación de las pymes en el comercio transatlántico. Las disposiciones podrían incluir también la creación de un comité de pymes que se involucre en la iniciativa en favor de las pequeñas empresas y en el desarrollo de la información en línea y otros recursos, a fin de ayudar a las pymes a entender las disposiciones del acuerdo y la manera en que pueden beneficiarse de él.

En este sentido un acuerdo que potencie los beneficios del mismo en las pymes puede suponer una gran oportunidad para nuestro tejido productivo contribuyendo a la internacionalización del mismo.