La OCDE considera que los cambios en España para activar la búsqueda de empleo van "en la dirección correcta", aunque su implantación en las autonomías es lenta debido al "enfoque pasivo" de los Servicios Públicos de Empleo, que han de mejorar en eficiencia para evitar que el elevado paro se enquiste.

El informe bienal sobre la economía española del organismo internacional subraya "como reto económico más acuciante al que se enfrenta España en la actualidad" devolver a los desempleados al mercado laboral mejorando el funcionamiento de dicho mercado y reduciendo los impedimentos al crecimiento y a la demanda de empleo.

El informe valora la Estrategia de Activación para el Empleo 2014-2016, aprobada por el Gobierno el pasado viernes, pero también resalta que las políticas activas del mercado de trabajo sólo son efectivas cuando se basan en la obligación mutua: los desempleados reciben una prestación y a cambio deben participar activamente en la búsqueda de empleo.

En España, dice, implantar un sistema de obligación mutua "resulta complicado", pues la activación es competencia de las comunidades aunque es el Gobierno el que abona las prestaciones por desempleo.

Además, los desempleados deben aceptar ofertas de empleo adecuadas, si bien la incertidumbre de lo que se considera "adecuado" dificulta la aplicación de la norma.

Por ello, en el marco de la mejora de las obligaciones, la OCDE recomienda que se defina "más claramente el concepto de oferta de empleo adecuada" atendiendo a criterios objetivos como que el salario que se le ofrece compense la prestación que recibe.

El documento también recalca que el elevado desempleo no solo es el resultado de la falta de puestos de trabajo, sino también de "diversos problemas estructurales" entre los que sitúa, además de unas políticas activas de empleo poco eficientes, la insuficiente flexibilidad de los salarios y la elevada protección por despido de los contratos indefinidos frente a sus homólogos temporales.

En informe anteriores, la OCDE ya venía recomendando reducir en mayor medida la indemnización por despido improcedente e introducir la figura del contrato único con indemnización por despido creciente con la antigüedad, lo que contribuiría a reducir la dualidad entre temporales y fijos.

En el presente análisis, la OCDE recuerda que en España el gasto en políticas activas del mercado de trabajo tan sólo ha aumentado un 10 % desde 2007, "a pesar de que el número de desempleados se ha duplicado con creces".

También señala que el gasto en asistencia para la búsqueda de empleo es bajo en relación a los parámetros internacionales y de media cada trabajador del Servicio Público de Empleo es responsable de 269 demandantes, lo que coloca a España a la cola de los países europeos.

El informe también alerta sobre el elevado número de desempleados de larga duración con escasa cualificación, el desajuste entre la oferta y la demanda de cualificaciones, la alta tasa de abandono escolar y la insuficiente innovación.

Al respecto, el documento incide en que más de la mitad de los cerca de seis millones de desempleados llevan sin trabajar más de un año y en torno al 50 % de los parados tiene estudios del primer ciclo de secundaria o inferiores, en tanto que hasta 750.000 desempleados se dedicaban con anterioridad al sector de la construcción.