Una quincena de empresas, casi la mitad de los valores del principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, registraba pérdidas en su cotización bursátil respecto al comienzo de este ejercicio. Expertos consultados han indicado que muchas de estas empresas han incurrido en pérdidas recientemente, después de que desde finales de julio y el comienzo de agosto el parqué nacional bajara el 8 por ciento, según datos del mercado. La causas de estos descensos son diversas y, entre ellas destacaron las guerras en Ucrania, Palestina e Irak, el embargo decretado por Rusia a los productos agroalimentarios europeos, la crisis del Banco Espírito Santo o la posible quiebra de Argentina. Las últimas guerras o el embargo ruso a los productos europeos son dos posibles causas Los resultados o la situación financiera de algunas empresas, o la deprimida economía de algunos países europeos (esta semana se sabía que Italia entraba en recesión al caer su PIB el 0,2 por ciento en el segundo trimestre) también pesaban en el mal comportamiento de algunos valores. Otros factores que explicaban las pérdidas que arrastran algunas compañías radican en la desaceleración de las economías emergentes y en la crisis de sus divisas que surgió a finales de enero y que rebrotó recientemente por las noticias que llegaban de Argentina y Rusia. La recogida de beneficios después de haber marcado máximos históricos o anuales o algunas operaciones empresariales también influían en la caída de algunas compañías. Por la presión de estos y otros valores, el viernes pasado, el IBEX 35 llegó a perder el nivel de 10.000 (acabó la sesión por encima de 10.100) y quedó a menos de 40 puntos del nivel de arranque de este ejercicio, ligeramente sobre 9.900 puntos.