Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) aprobaron ayer definitivamente el Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP) y sus ayudas para el periodo 2014-2020, una decisión que pone punto final a las negociaciones comunitarias para reformar el sector de la pesca y de la acuicultura. La ratificación del FEMP era el último paso para cerrar las discusiones de los textos legislativos que componen la reforma de la Política Pesquera Comunitaria (PPC).

El FEMP contará con un presupuesto de 6.396 millones de euros hasta 2020, de los que España percibirá en torno a mil. Entre las ayudas que financiará figuran las destinadas a la renovación de motores, con diferentes condiciones según el tamaño del buque, que exigen una mayor reducción de la potencia según su eslora. También costeará las paradas temporales, durante un máximo de seis meses, en el caso de problemas por el cese de un acuerdo pesquero entre la UE y un tercer país y ayudas a la incorporación de jóvenes al sector. En este sentido, los pescadores menores de 40 años podrán recibir hasta 75.000 euros para poner en marcha sus propios negocios. El FEMP financiará parte de los esfuerzos obligados del sector para hacer realidad la transición hacia una actividad más sostenible.

El nuevo marco dará apoyo asimismo a las comunidades costeras para que puedan diversificar sus economías y financiará proyectos dirigidos a crear empleo y mejorar la calidad de vida en las costas europeas y facilitar el acceso a la financiación.

Tanto la reforma como el FEMP han sido negociadas por las tres instituciones comunitarias: el Consejo (representantes de los Gobiernos), la Comisión y el Parlamento. Precisamente, el pleno de la Eurocámara aprobó a finales de abril el FEMP y la parte del presupuesto comunitario que lo va a dotar hasta 2020. El Parlamento les dio luz verde por 473 votos a favor, 52 en contra y 40 abstenciones. La medida irá dirigida, entre otros objetivos, a combatir prácticas como los "descartes", capturas no deseadas de peces que después, ya muertos, son arrojados al mar.

La decisión, que ahora ha recibido el visto bueno oficial de los Veintiocho, obligará a países como España a aplicar un plan de acción para fomentar la competitividad de su sector pesquero. La Comisión Europea confía en que la entrada en vigor del FEMP pueda producirse en junio, una vez que los ministros de la UE hayan dado su consentimiento oficial final.