Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los países del G20, reunidos ayer en Sídney, acordaron acelerar el crecimiento de la economía global en un 2% durante el próximo lustro.

"A pesar de que la economía mundial está lejos de lograr un fuerte crecimiento sostenible y equilibrado vamos a desarrollar políticas ambiciosas, pero realistas con el objetivo de mejorar el PIB colectivo en más de un 2 por ciento, una trayectoria que implica implementar las políticas actuales durante los próximos 5 años", señaló un portavoz en una nota de prensa.

Para lograr este objetivo, el G20 ha establecido el "Plan de Acción de Brisbane" que incluirá acciones en los países del G20 para crear empleo, aumentar las inversiones, mejoras en las políticas comerciales y promoción de la competencia.

El secretario general del Tesoro español, Iñigo Fernández de Mesa, declaró que este acuerdo conjunto trata "de una indicación para el crecimiento de dos por ciento en cinco años sobre lo que se está creciendo ahora, es a más". El funcionario español aseguró que lo importante "son las reformas para alcanzar ese objetivo y la adopción de medidas".

Esta proyección está en línea con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que recientemente consideró que la implementación de una serie de reformas agresivas podría aumentar el crecimiento mundial en un 0,5 por ciento anual.