Las prácticas comerciales abusivas de los bancos en la comercialización de productos financieros estarán vigiladas a partir de ahora por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que obligará a las entidades a seguir una serie de pautas dictadas por el supervisor europeo (ESMA, por sus siglas en inglés).

A comienzos de año la CNMV avisó que a partir del 1 de febrero (ayer) las entidades financieras estaban obligadas a revisar el sistema de remuneración de sus empleados con la finalidad de proteger a los ahorradores y evitar que les sean vendidos productos complejos o de difícil comprensión.

Con el aviso de la aplicación de las directrices dictadas el pasado octubre por la ESMA, la CNMV estaba obligando al sector financiero a adaptar el sistema de incentivos (bonus o retribución variable) de su red comercial, lo que comunicó a las organizaciones patronales a través de una carta.

La aplicación de las nuevas normas también buscaba comprometer la responsabilidad de la alta dirección, encargada de aprobar la política de remuneración variable.

El supervisor pretendía frenar los incentivos a corto plazo de los comerciales de las entidades mediante la venta de productos que pudieran ofrecer elevados rendimientos pero fueran incomprensibles para los inversores como ha sucedido con la deuda perpetua, subordinadas y preferentes.