La confianza de los consumidores empeoró ligeramente en diciembre respecto al mes anterior, debido sobre todo a las peores expectativas a corto plazo respecto a la evolución de la situación de los hogares, aunque mejoró notablemente en comparación con 2012.

El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) difundido ayer por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se situó en 71 puntos, 1,3 menos que un mes antes, aunque 26,7 puntos por encima que en diciembre de 2012. No obstante, el indicador sigue estando por debajo de los 100 puntos que marcan el límite entre una percepción favorable y optimista, y una negativa y pesimista.

Según el CIS, la evolución trimestral del indicador refleja un incremento sostenido de la confianza, sobre todo, en la valoración de la situación actual, de manera que a cierre de año la percepción del consumidor respecto a la economía en general y el mercado de trabajo ha vuelto a niveles de finales de 2007 y principios de 2008.

Asimismo en diciembre se observa un ligero descenso en las expectativas de ahorro, una moderación en el aumento de la expectativa de consumo de bienes duraderos y una cierta confianza en el mantenimiento los tipos de interés, mientras se espera un repunte de la inflación.

Según el sondeo que el CIS usa como base de este indicador, en diciembre aumentó el porcentaje de españoles (47,4%) que cree que su situación económica actual es peor que hace seis meses, en tanto que el 46,1% la ve igual y sólo un 5,9% dice que ha mejorado.

Aquellos que creen que su situación ha empeorado siguen señalando como causas el alza continuada de precios, la disminución de los ingresos familiares y la situación de desempleo de alguno de los miembros del hogar.

Se mantienen similares los porcentajes de quienes aseguran ahorrar "un poco de dinero" a final de mes (27,5%), quienes llegan justo (42,9%), quienes tienen que echar mano de sus ahorros (15,6%) y quienes se ven obligados a contraer deudas (10%).