El Tesoro Público logró ayer su objetivo al colocar 3.000 millones de euros en bonos y obligaciones a 3, 5 y 10 años, pero a costa de elevar los intereses en dos de ellos y ofrecer un 6,50 % en la deuda a 10 años, el nivel más alto desde que Mariano Rajoy ganó las elecciones.

En concreto, el Tesoro captó 747,21 millones en obligaciones a diez años, aunque se solicitaron más de 2.370 millones por los elevados intereses que se esperaban y que llegaron al 6,50%, si bien los inversores recibirán una rentabilidad media del 6,43%.

Estos rendimientos superan al máximo del 6,12 % ofrecido en la subasta anterior al mismo plazo y son los más altos desde el 17 de noviembre de 2011, pocos días antes de las elecciones, cuando se llegó a pagar más de un 7%.

La de ayer fue la primera subasta después de la cumbre europea en la que se acordó la recapitalización directa de la banca.