Tanto la euforia por el triunfo de la selección española de fútbol en la Eurocopa como el buen tiempo ganaron ayer la partida al influjo de los descorazonadores indicadores macroeconómicos que traducen la crisis en cifras y consiguieron animar el primer día de las rebajas de verano en el Archipiélago, según confirmaron los representantes de las principales asociaciones de comerciantes.

Así, aunque sin las avalanchas de antaño, los consumidores canarios olvidaron momentáneamente los malos augurios de la prima de riesgo y se dejaron llevar por la alegría en una jornada con mayor movimiento en los establecimientos comerciales de lo previsto.

No obstante, las expectativas de cara a la campaña estival en su conjunto no son demasiado halagüeña, por lo que la mayoría del colectivo se conforma con repetir los registros del curso pasado.

"Que nadie espere que esto sea la panacea que vaya a sacar adelante un sector que se está muriendo", sentenció ayer el presidente de la Confederación Regional de Comercio de Canarias, (Coreco), Luis de Miguel.

Al respecto, apuntó que "si, además, el pistoletazo de salida coincide con la subida de impuestos, de la gasolina y el gas, así como con la bajada del sueldo de los funcionarios, está claro que el consumo no va a aumentar".

Pese a estos condicionantes, De Miguel aseveró que "ojalá nos equivocáramos y fueran unas magníficas rebajas, porque los comerciantes de las Islas necesitamos liquidez suficiente para hacer frente a los pagos".

Igualmente, enfatizó que "estamos sufriendo una época terrible cuyo desenlace no será otro que el de la desaparición". De hecho, subrayó que "aunque dicen que estamos manteniendo el empleo, ya casi no tenemos para pagar a nuestra plantilla". Tanto es así que "en un año han cerrado más de 800 tiendas en Canarias", apostilló.

Por su parte, el secretario general de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca), Abbas Moujir, argumentó que afronta la campaña con esperanza y confió en que "el tirón del inicio de las rebajas, unido a los altos descuentos iniciales que, en algunos casos superan el 70%, logren incentivar las compras, que han ido a la baja durante los últimos meses".

Abbas resaltó que "desde hace unos años atrás se han venido ajustando cada vez más la oferta y la demanda, por lo que, prácticamente, los picos en las ventas en el transcurso de las rebajas no se están notando y, como mucho, oscilan entre un 2% y un 3% a la alza o a la baja". De este modo, sentenció que "los comerciantes nos conformamos con igualar los resultados del verano pasado".

Mientras, el secretario general de la Asociación de Medianas y Grandes Empresas de Distribución (Asodiscan), Álvaro Rojas, incidió en que en el primer día de las rebajas no se produjeron aglomeraciones de clientes, pero hubo una gran actividad", lo que ratifica que sus augurios "moderadamente optimistas" tienen bastantes opciones de cumplirse y culminar con un incremento en torno al 1,5% con respecto al año pasado.

Sin embargo, todos ellos destacaron que "el repunte de las ventas solo se mantendrá una semana o quince días y luego se difuminará casi por completo". Así, abogaron por retomar el debate sobre reducir el periodo de la campaña.

A su vez, reiteraron que, aunque es difícil establecer una cifra de gasto medio entre los residentes en las Islas durante las rebajas, será sensiblemente inferior a la media nacional, como consecuencia de la peor situación económica, la elevada tasa de paro, etcétera.

Estas estimaciones fueron refrendadas ayer por los propios consumidores, que reconocieron que la crisis mediatiza cada vez más las compras.

Así, Marisa, que está desempleada desde hace 4 años, señaló ayer que aprovechará para comprar solo los artículos que necesita, "especialmente ropa, pero mirando siempre el precio". Mientras, Miguel, que se dedica a la docencia, enfatizó que, "aunque uno trata de contenerse, seguramente caerá algún capricho".