Los comerciantes de las Islas han confirmado una caída del 5% de las ventas en el primer cuatrimestre del año mientras apuran las últimas medidas para intentar dar un impulso al sector en un ambiente de "desaliento generalizado".

Según manifestó a EL DÍA el presidente de la Federación de Comercio de Tenerife (Fedeco), Luis de Miguel, en los últimos tres meses se ha detectado una importante caída del consumo, sobre todo "desde que terminaron las rebajas", algo que además se ha agudizado con "la sustitución del pequeño y mediano comercio por empresas multinacionales y por franquicias que no están en manos de los canarios, como ocurre en la calle del Castillo de Santa Cruz de Tenerife".

De Miguel Bartolomé recordó que los datos de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife ya adelantaban que el índice de confianza empresarial está cayendo a una velocidad impresionante, pero lo peor, dice, "es que también lo está haciendo el índice de confianza de consumo, que es el que marca cuál será el futuro".

Severas pérdidas

"Las empresas están muertas y hay algunos empresarios que ya hablan de unas pérdidas del 70% con respecto a hace seis meses; la apertura dominical no ha tenido éxito en la zona del cuadrilátero de Santa Cruz de Tenerife y aunque hay voluntad por parte del ayuntamiento, muchas veces nos sentamos a hablar y no sabemos bien qué hacer", reconoció el presidente de Fedeco.

Para el secretario general de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca), Abbas Moujir, la situación es "muy complicada y se enmarca en la desconfianza que han generado las medidas que ha ido tomando el Gobierno central y que han provocado incertidumbre sobre lo que va a pasar la próxima semana y cómo nos afectará al bolsillo".

Al mismo tiempo apuntó que la caída de ventas fue más preocupante en abril, donde alcanzó casi el 9% con respecto al mismo mes del año anterior, algo que quedó reflejado en todos los segmentos del sector, no solamente en el comercio sino en el ocio y la restauración.

Con respecto a la subida del Impuesto General Indirecto de Canarias (IGIC), que en junio pasará del 5% al 7%, sendos dirigentes coincidieron en que "repercutirá en los productos más demandados mientras que en otros segmentos del comercio donde apenas hay rotación, serán los comerciantes los que tengan que asumirla, de manera que es una carga fiscal más que agrava más aún su situación económica".

En ese sentido, el presidente de Fedeco criticó unas declaraciones del presidente del Ejecutivo autónomo, Paulino Rivero, en las que afirmaba que "iba a vigilar al que subiese los precios" y que causaron cierto disgusto en un sector que le recuerda que "los precios son libres, exceptuando los alimentos de primera necesidad".

El foco de atención está precisamente en el máximo responsable del Gobierno canario y su equipo, del que esperan una llamada puesto que le han solicitado varias entrevistas y le han enviado algunas cartas sin obtener respuesta alguna. Rivero "debe recordar que es el presidente de todos los comerciantes", aseveró.

Sobre el Gobierno central, fue Moujir quien destacó la "improvisación" de la que ha hecho gala en las decisiones tomadas en los últimos tiempos y que ha creado un alto grado de incertidumbre. Así, recordó que tampoco "se ha previsto ninguna línea de subvenciones destinada a la dinamización de las zonas comerciales como existían otros años por estas fechas, y que nosotros estamos intentando suplir con actividades que atraigan público hacia ellas".

Rebajas de verano

A un mes del comienzo de la campaña de rebajas de verano, que este año se iniciará el 2 de julio y se prolongará hasta el 1 de septiembre, resulta difícil prever cómo evolucionará la temporada, aunque en febrero pasado "hubo una semana muy buena, y luego cayó. Las rebajas ya se centran mucho en la primera semana, aunque desde antes de ese período ya hay ofertas y promociones", dijo Moujir. Desde Fedeco opinan que "estamos rebajados todo el año, con lo que las previsiones son muy malas".

En relación a la denominada "licencia exprés" que elimina el trámite municipal previo a la apertura de pequeños comercios con una superficie inferior a 300 metros cuadrados por parte del Estado, aunque a sendos dirigentes empresariales su aprobación les parece "altamente positiva", lo cierto es que no ha revertido en la apertura de más negocios "ni ha sido acogida con gran entusiasmo en el comercio". No obstante difieren en el límite de espacio que fija la ley. Mientras Fauca no entiende "la incongruencia" de fijarlo en 300 metros dejando fuera a empresas que superan esa medida, en el caso de Fedeco les preocupa que "quieran aumentarlo o incluso ampliarlo a otro tipo de superficies".