Otra semana sin tregua en el ámbito económico, en la que Bankia ha protagonizado el mayor rescate bancario, el Congreso ha aprobado el proyecto de Ley de Reforma Laboral, y en Bruselas, los líderes comunitarios han certificado la dificultad de consensuar políticas eficaces contra la crisis.

Casi cuatro billones de las antiguas pesetas, 23.465 millones de euros, necesitará Bankia para recuperar su solvencia, 19.000 millones más que se añaden a los 4.465 millones de ayudas iniciales un verdadero "agujero negro" para las arcas del Estado.

La "contabilidad creativa" del anterior equipo gestor, que declaró unos beneficios de 300 millones de euros en 2011, ha quedado en entredicho con la actualización que han hecho de su balance los nuevos gestores y que arrojan ahora unas pérdidas de 3.000 millones en el mismo ejercicio.

Las dudas que suscita la salud del sistema financiero español llevaron esta semana a la OCDE a instar a España a reconocer las verdaderas pérdidas de la banca, a recapitalizar las entidades viables y a "cerrar las que no lo sean.

Y en un ejercicio de transparencia que no deja en buen lugar la labor del Banco de España, el Gobierno anunciaba auditorías independientes a la banca por parte de las consultoras Roland Berger, alemana, y Oliver Wyman, estadounidense, en una semana en la que Standard & Poor''s degradaba a bono basura la nota de Banca Cívica, Bankia, Popular y Bankinter, y anunciaba una inminente rebaja de la calificación de la banca, que ya ha aplicado Moodys.

La cumbre europea anunciada como la del crecimiento en contraposición de la ortodoxia de la austeridad, y que era esperada como "agua de mayo" quedó finalmente en agua de borrajas y las decisiones han quedado finalmente pospuestas para la próxima cumbre de finales de junio, mientras crecen las dudas sobre la permanencia de Grecia en el euro.

Entre protestas sindicales en la calle, el Congreso de los Diputados aprobó el jueves el proyecto de ley de reforma laboral para su remisión al Senado, con 46 enmiendas, entre ellas la que limita a un año la prórroga automática de los convenios colectivos y la que pone fecha de caducidad al contrato para las pequeñas y medianas empresas y los emprendedores si baja el paro al 15 por ciento.

La incertidumbre sobre las salidas a la crisis han pasado factura a la moneda única que ha perdido un cinco por ciento de su valor frente al dólar en el último mes y ha cerrado esta semana por debajo de 1,25 dólares.

En las bolsas se ha instalado la desconfianza y volatilidad con la prima de riesgo de la deuda española en niveles récord, rozando los 500 puntos básicos, y la semana se ha saldado con un ligero descenso del 0,36 %, a pesar de que el miércoles registrara la cuarta mayor caída del año, un 3,1 %.

Nuevo varapalo a las previsiones sobre España desde la OCDE que ahora prevé que la economía española se contraerá este año un 1,6 por ciento y un 0,8 por ciento en 2013, con lo que se aleja el horizonte de una recuperación.

El sector residencial sigue agónico y las hipotecas sobre viviendas cayeron de nuevo, un 42 por ciento en el primer trimestre, con lo que acumulan 23 meses a la baja.

Los recortes en las partidas presupuestaria han llegado a las ayudas a la minería del carbón y esta semana el sector ha vivido jornadas de protesta y movilizaciones en las comarcas mineras.

La próxima semana el Producto Interior Bruto de Estados Unidos en el primer trimestre y el dato del desempleo de mayo focalizarán la atención de los inversores que en España estarán también atentos al la inflación adelantada y a las juntas de accionistas de Repsol, ACS y FCC.