El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, pidió hoy a la Unión Europea un mensaje "claro y contundente" en defensa del euro y de la sostenibilidad de las deudas soberanas de los países que comparten la moneda única.

Ello en una jornada en la que la prima de riesgo española, que llegó a rebasar la barrera de los 500 puntos apenas abiertos los mercados, cerró en 482 puntos básicos y la Bolsa cayó un 1,33 por ciento hasta niveles de 2003.

En declaraciones a los periodistas, Rajoy reconoció que la situación es "muy complicada", porque al país le resulta "muy difícil financiarse" y hacerlo a un precio razonable, pero negó una vez más que España esté al borde del rescate.

"No se ha hablado de nada de eso y yo hablo con los principales dirigentes europeos casi todas las semanas", aseguró el jefe del Gobierno a la prensa en los pasillos del Congreso de los Diputados.

La petición de Rajoy a la UE no obtuvo de momento respuesta, y la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde, dijo no tener "nada que decir sobre el asunto de la economía española".

"Creo que el comisario (de Asuntos Económicos, Olli) Rehn dijo todo lo que había que decir sobre los esfuerzos emprendidos por España y nuestra apreciación", afirmó la portavoz en Bruselas.

El jefe del Ejecutivo español defendió precisamente las medidas que está adoptando, que a su juicio son las correctas, e insistió en que ahora le toca actuar a la UE.

"Austeridad sí, crecimiento también, pero me gustaría también un mensaje claro, contundente, en defensa del proyecto del euro y una afirmación de la sostenibilidad de la deuda pública de todos los países europeos que en estos momentos está sometida a discusión", recalcó Rajoy.

Pese a los elevados niveles en los que se encuentra la prima de riesgo y la rentabilidad del bono español a diez años, que consiguió reducirse hasta el 6,29 % desde por encima del 6,5 %, varios expertos coincidieron hoy con Rajoy en descartar que el país tenga que ser rescatado por la Unión Europea.

El estratega de Citi en España José Luis Martínez Campuzano aseguró que el riesgo de impago de un país y la consiguiente entrada de capital y gestión de la UE no depende tanto del nivel al que se sitúe su prima de riesgo o la rentabilidad de su bono a diez años como de la velocidad a la que se alcance.

El problema - añadió- son las dificultades del país para financiarse, dificultades que no sufre España pese a los mayores intereses que el Tesoro ha tenido que pagar en las últimas emisiones de deuda.

Por su parte, el analista de Atlas Capital Ignacio Cantos dijo que el Banco Central Europeo (BCE) tiene que hacer algo, "lo que sea", una nueva inyección de liquidez en el mercado, conocido como Quantitative Easing (QE3), o bien una nueva rebaja de tipos de interés, porque España ha hecho ya "todo lo que le han pedido".

Frente a la actual situación de España, la intervención de Grecia, en mayo de 2010, se produjo cuando la rentabilidad del bono a diez años superaba el 12 % y la prima de riesgo se aproximaba a los 1.000 puntos básicos, y la de Irlanda, con el bono por encima del 9 % y su prima de riesgo en 544 puntos básicos.

En mayo de 2011, la prima de riesgo portuguesa alcanzaba 627 puntos básicos, el rendimiento del bono a diez años superaba el 10 % y el país pedía el rescate.

En otro mensaje de tranquilidad, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, descartó hoy que en España pueda haber un "corralito" en 2013, en respuesta a las predicciones del Premio Nobel de Economía Paul Krugman, y pidió prudencia.

"Es materialmente imposible" que haya un "corralito", recalcó Montoro en un acto con empresarios.

"Los premios Nobel están para hablar con prudencia y no con pronósticos que son de otro tipo de profesiones más especulativas", subrayó el ministro.