El presidente y consejero ejecutivo de Enagas, Antoni Llardén, señaló ayer que la firma -que posee el 41,9% de la Compañía Transportista de Gas de Canarias (Gascan)- prevé que las obras de la regasificadora de Tenerife, que se iniciarán este año, durarán unos tres años y medio, con lo que la planta podría entrar en funcionamiento en 2015 ó 2016.

También recordó que, en el caso de Gran Canaria, la regasificadora -necesaria para que las centrales eléctricas de ciclo combinado funcionen también con gas natural, y no solo con derivados del petróleo- sigue pendiente de ubicación, algo que debe decidir el Cabildo, por lo que "con suerte" podrá empezarse a construir cuando acabe la obra en Tenerife.

La instalación tinerfeña, cabe recordar, está planificada en Granadilla, junto a la central de Unelco. Su construcción está en función de la del puerto industrial del municipio.

Sin trabas de Industria

La semana pasada, representantes de Gascan comunicaron a la consejera autonómica de Industria, Margarita Ramos, que el Ministerio del área había concedido la autorización administrativa que requería la instalación de la regasificadora en Tenerife. Ramos, que celebró el anuncio, recordó entonces que el Plan Energético de Canarias (Pecan) recoge el gas natural como parte esencial de la estrategia de diversificación energética del Archipiélago.

El Pecan prevé que el 60% de la electricidad que se produzca en las Islas sea generada a partir del gas natural. El documento fijaba como fecha de entrada en funcionamiento de la regasificadora tinerfeña 2010. El retraso en la obra del puerto de Granadilla lo ha impedido.