El Banco Popular ha asegurado que afrontará los nuevos requerimientos de provisiones que ha aprobado hoy el Gobierno "sin recibir ayudas públicas y sin alterar sus planes presentes ni futuros".

El Gobierno ha aprobado hoy una nueva reforma del sistema financiero que exige al sector 30.000 millones de euros más de provisión inmobiliaria, que afectará a los créditos inmobiliarios que son considerados no problemáticos.

En febrero, el Gobierno ya aprobó otra reforma que exigía a las entidades 54.000 millones para sanear la cartera de créditos morosos o problemáticos.

El Banco Popular ha explicado que cuenta con un margen de explotación estimado superior a 4.000 millones de euros para 2012 y 2013, lo que unido a su capacidad de generación de plusvalías (500 millones al año), le permiten afrontar los nuevos requerimientos sin ayudas públicas.

Por último, ha indicado que ya ha realizado el 60 % de las provisiones que se exigían en la reforma aprobada en febrero y, gracias a la adquisición del Banco Pastor, cuenta con un margen de dos años para llevarlas a cabo.

Dicha operación posibilita igualmente al Popular a llevar a cabo parte de las provisiones restantes con cargo a patrimonio, ha concluido la entidad.