El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, mostró ayer sus dudas sobre el cumplimiento de los ingresos y gastos de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2012 e incluso apuntó una posible alza de los impuestos indirectos para contrarrestar la previsible desviación.

Así se expresó Fernández Ordóñez durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados ante la Comisión de Presupuestos, en la que destacó los riesgos a la baja de la previsión de ingresos en las cuentas y animó al Ejecutivo a que extreme su precaución ante posibles incumplimientos.

En este sentido, defendió, si fuera necesaria, una subida de los impuestos indirectos -en clara alusión al IVA-, por entender que generan menos distorsión sobre el crecimiento y por el hecho de que los tipos están más bajos que en el resto de países desarrollados.

Fernández Ordóñez no descartó que los incrementos impositivos que aprobó el Gobierno con carácter temporal se conviertan en permanentes.

Durante su intervención también se refirió a la reforma laboral y aseguró que si las empresas utilizan de manera rápida las distintas vías de flexibilidad interna que aporta, el posible aumento del desempleo a corto plazo se verá mitigado.

Además, defendió que la ley de estabilidad presupuestaria mejorará "de forma significativa" la transparencia de la actuación de las administraciones públicas.

A su juicio, la ejecución presupuestaria de 2011 mostró las carencias en la disponibilidad de información que impidieron detectar a tiempo la existencia de desviaciones presupuestarias y retrasaron los mecanismos para hacer cumplir los objetivos de consolidación.