El Parlamento Europeo ha pedido este miércoles prohibir a las agencias de ''rating'' poner nota a la deuda pública de los países que no lo hayan solicitado expresamente y sustituir estas calificaciones por los dictámenes de la Comisión, el Banco Central Europeo o el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La Eurocámara reclama además crear una agencia europea pública de calificación de riesgos "plenamente independiente" y que se consagraría a evaluar la solvencia de la deuda soberana de los Estados miembros.

Las enmiendas del Parlamento endurecen considerablemente la propuesta inicial de la Comisión para reforzar los controles sobre las agencias de ''rating'', a las que los líderes europeos han acusado de agravar la crisis de deuda de la eurozona con sus rebajas de notas.

El comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier, había planteado prohibir a las agencias calificar a los países con problemas o que negocian un rescate con la UE y el FMI. Pero no encontró respaldo suficiente en el colegio de comisarios y renunció finalmente a su propuesta.

El Ejecutivo comunitario también ha descartado crear una agencia europea pública por considerar que tendrá un coste excesivo y que sus notas no gozarían de credibilidad debido al conflicto de intereses.

Pero la Eurocámara recupera estas ideas y defiende que "un Estado miembro podrá decidir no autorizar la calificación de su deuda soberana". "Se prohibirán las calificaciones de deuda soberana no solicitadas", señala una de las enmiendas planteadas por los parlamentarios a la propuesta de Bruselas.

"La UE evaluará a nivel interno la solvencia de los Estados miembros de la Unión Europea. A tal fin, se creará una agencia europea de calificación crediticia pública e independiente, o bien se encargará a una institución de la Unión independiente ya existente la tarea de evaluar la solvencia de la deuda soberana de los Estados miembros", reclama el Parlamento.

Los eurodiputados plantean además fijar un límite de cuota de mercado (el 20%) a las agencias de ''rating'' y prohibir las fusiones que superen ese umbral para garantizar la competencia en el mercado. Asimismo, sostiene las ideas de la Comisión para reducir la dependencia respecto de las notas de solvencia y los conflictos de interés.

Las enmiendas de la Eurocámara todavía deben ser votadas en la comisión de Asuntos Económicos y en el pleno. El texto final de la norma tendrá que ser pactado entre el Parlamento y los ministros de Economía de los 27.