El hotel Silken Atlántida celebró ayer sus primeros diez años de trayectoria con la intención de seguir renovando una oferta que hoy es muy distinta a aquella con la que comenzó su andadura en 2002. Gracias a ello, el alojamiento de la cadena Silken pretende consolidarse en la vanguardia de los hoteles urbanos de Canarias.

En un cóctel organizado en el ático del hotel, situado en la avenida Tres de Mayo de Santa Cruz, el hotel Atlántida reunió a una distinguida representación del empresariado, la política y, en general, la sociedad tinerfeña. Allí hizo valer uno de sus puntos fuertes: la gastronomía, de la que se encarga la Escuela Silken de Alimentos y Bebidas, un referente en este terreno en el subsector hotelero que apadrina Martín Berasategui.

La apuesta por la especialización de su personal y por ofrecer a su clientela los servicios tecnológicos más avanzados seguirán siendo señas de identidad del Silken Atlántida, destacó su director, Gabriel Wolgeschaffen, quien confía en continuar adaptando el hotel a las demandas actuales.