Banco Santander, BBVA y Caixabank aglutinan casi una tercera parte (29,1%) del saneamiento que debe aplicar el sector financiero español por su exposición a los activos vinculados al "ladrillo". Entre provisiones y capital adicional suman 14.571 millones para cumplir con los requerimientos del decreto ley de la reforma financiera, que cifra en 50.000 millones las necesidades del sector.

Solo en provisiones, estas entidades requerirán 6.826 millones de euros más para cubrir las pérdidas derivadas de los activos inmobiliarios. El Gobierno exigirá un total de 25.000 millones por dotaciones extraordinarias con cargo a resultados en todo el sector y 10.000 millones por provisiones genéricas.

Estas tres entidades contarán además con un colchón extra de capital de 4.505 millones de los 15.000 que el Ejecutivo establece en total para el sector.

En concreto, la entidad presidida por Emilio Botín, incluyendo Banesto, tendrá que provisionar 2.300 millones de euros más este año, tras ya haber cargado contra los resultados de 2011 una cuantía de 1.800 millones. El primer banco español anticipó que 900 se cubrirán con plusvalías procedentes de la venta de Banco Santander Colombia y con dotaciones ordinarias este año.

Del mismo modo, Santander garantizó que el excedente de capital ya existente en el grupo formará el "buffer" de capital exigido en la reforma financiera, que para Santander asciende a 2.000 millones. Así pues, el impacto total de la reforma ascendería a 6.100.

Mientras, BBVA deberá provisionar y hacer un esfuerzo de capital que asciende a 4.000 millones de euros, de los que unos 2.800 corresponden a impacto en resultados, y el resto a capital.

Las nuevas provisiones para la entidad presidida por Francisco González ascenderán así a 1.360 millones de euros este año.

Por último, la necesidad de provisiones para CaixaBank asciende a 2.436 millones de euros. Este importe se asocia a mayores provisiones para la cartera crediticia, de los que 955 derivan de la provisión genérica del 7% sobre activos clasificados como normales. A esto habría que añadir 730 a cargo de los activos inmobiliarios del grupo ServiHabitat. El importe estimado de requerimientos de capital alcanza los 745 millones de euros, que suman 1.305 si se tiene en cuenta ServiHabitat.

Por su parte, Banco Popular prevé cargar 1.580 millones contra patrimonio por la compra de Pastor. Entre tanto, Banco Sabadell tendrá que hacer un esfuerzo en provisiones y de capital adicional de 2.396 millones y estimó unas provisiones de 1.607 millones. Por último, el impacto de la reforma en Unicaja sería de 691 millones.

BANCO DE ESPAÑA

Más por los pisos sin colocar

El Banco de España planea exigir a la banca a partir de este año unas provisiones máximas del 40% para sufragar eventuales pérdidas derivadas de la adjudicación de inmuebles que permanezcan en balance más de tres años, lo que supondría sumar un 10% a la cobertura que exigía hasta ahora. Así figura en el proyecto de la entidad presidida por Miguel Ángel Fernández Ordóñez para modificar la circular 4/2004 de 22 de diciembre sobre normas de información financiera y adaptarla a la reforma financiera aprobada por el Gobierno.

En concreto, se mantienen las provisiones del 20% y del 30% que actualmente exige el Banco de España para activos inmobiliarios adjudicados que permanecen en balance durante 12 meses y 24 meses, respectivamente. La novedad radicará en que las entidades estarán obligadas a cubrir el 40% de eventuales pérdidas de aquellos adjudicados que no han podido dar salida en tres años. El supervisor pretende determinar el deterioro "mínimo" posterior de los inmuebles que han recibido como consecuencia del impago de créditos, y esgrime que la antigüedad supone un indicio "inequívoco" de esta pérdida de valor.