La ministra de Empleo, Fátima Báñez, descartó ayer que en la reforma laboral que se aprobará el viernes se contemple la implantación de un contrato único o los "miniempleos" y desveló, sin dar detalles, que incluirá cambios en la formación profesional.

Báñez compareció por primera vez en la Comisión de Empleo y Seguridad Social del Congreso de los Diputados tras su toma de posesión y por espacio de cuatro horas.

Sin embargo, y a pesar de las numerosas peticiones de los grupos parlamentarios, eludió precisar cómo se aprobará la reforma -si será anteproyecto o decreto-ley- y cuáles serán sus contenidos. Báñez argumentó que, por respeto al Consejo de Ministros en el que se le dará luz verde, no podía informarles con profundidad de ella.

Lo que sí dijo es que va a ser "completa, equilibrada y útil", por lo que expresó su confianza en que los sindicatos no convoquen, como hicieron con el PSOE, una huelga general contra la reforma y apeló a su responsabilidad.

También descartó, a preguntas de los grupos, que vaya a incluir un contrato único o los conocidos como "minijobs" (miniempleos que tienen una jornada reducida y un menor salario), demandas que en ambos casos plantea la CEOE.

Del contrato único señaló que no puede aplicarse porque es inconstitucional, mientras que de los "miniempleos" afirmó que ningún joven puede cobrar menos del Salario Mínimo Interprofesional, que es de 641,2 euros al mes.

Fátima Báñez reiteró que no se tocarán las prestaciones por desempleo, aunque sí advirtió de que se pondrá en marcha un plan que mejore los controles para sus perceptores y las bonificaciones a la contratación, pero que no concretó. Esto supondrá que habrá "tolerancia cero" con el fraude, avisó.

Para reducir el paro juvenil, anunció que a finales de marzo se aprobará en una conferencia sectorial el Plan Anual de Empleo 2012, que establecerá una colaboración entre las entidades públicas y privadas de colocación.

En relación con la formación, las dos novedades adelantadas por Báñez son la reforma de la formación profesional, que se hará en colaboración con el Ministerio de Educación y las comunidades, y la puesta en marcha de una "cuenta de formación" que acompañará al trabajador en toda su vida laboral.

La reforma del mercado de trabajo también tendrá en cuenta las necesidades "específicas" de autónomos y microempresas, indicó la ministra, que añadió que supondrá la eliminación de adelantar el IVA por facturas no cobradas.

Respecto a la otra pata de su Ministerio, la Seguridad Social, Báñez insistió en que no se alargará más allá de los 67 años la edad de jubilación y que se fomentará la prolongación voluntaria de la vida laboral. También el Gobierno quiere potenciar que se compatibilice el cobro de una pensión con un puesto de trabajo.

"Todo" por contratar

La ministra quiere que todas estas cuestiones se debatan en el Pacto de Toledo, al que describió como el "gran pacto social de la democracia" y por ello se comprometió a respetarlo "siempre".

En el capítulo de previsiones, la ministra reconoció que la recaída de la economía "difícilmente" permitirá crear empleo neto en 2012 y acusó al anterior Gobierno socialista de agravar la crisis económica con políticas irregulares y contradictorias.

"El PSOE, que gobernó ocho años, ha dejado la peor herencia de la democracia. Es dramática la herencia", manifestó, tras advertir que "hoy uno de cada dos jóvenes no tiene oportunidades por culpa de las políticas socialistas".

En otra comisión parlamentaria, el ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró que la reforma laboral "se centrará en que en España vuelva a contratar". Por ello, "todo" tiene que estar al servicio de la creación de empleo en este momento, desde la reforma bancaria hasta la de la negociación colectiva, aspecto que hoy resta, dijo, competitividad a España.

DEBATE

La oposición exige concreción

El diputado socialista Jesús Caldera consideró la intervención de Báñez "decepcionante" por no haber explicado cómo será la reforma laboral y calificó de "excelente" y "extraordinario" el acuerdo de moderación salarial firmado por empresarios y sindicatos, razón por la que estimó que no es necesario modificar otra vez el mercado de trabajo.

En rueda de prensa, el secretario general del grupo socialista en el Congreso, Eduardo Madina, advirtió de que el Gobierno "tendrá enfrente" al PSOE, "en las instituciones y donde haga falta", si facilita el descuelgue de los convenios colectivos en la reforma laboral. Sería, dijo, "el mayor ataque directo a las condiciones laborales de una enorme mayoría de trabajadores", que quedarían desprotegidos ante la empresa.

En nombre de Izquierda Plural (IU, ICV-EUiA, CHA) Joan Coscubiela recriminó a la ministra que apueste por el diálogo social sin reunirse con los agentes sociales y que no haya entrado "en harina" sobre la reforma laboral que quiere aprobar. Además, señaló a la ministra que no hay ningún dato que justifique la reforma, salvo que se quiera ocultar el colapso financiero que existe.

CCOO pidió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que convoque "con carácter de urgencia" a la patronal y a los sindicatos para informarles sobre la reforma laboral, ante la "decepcionante" comparecencia de la ministra.

Desde la patronal, el presidente de la catalana Pimec, Josep González, consideró que si el Gobierno hace una "auténtica" reforma laboral tendrá un reconocimiento del mundo de la economía, de las empresas y de Europa más importante que con cualquier modificación financiera o fiscal.