Los directivos de BFA-Bankia, Banca Cívica, BMN y Caja España, las entidades que han recibido préstamos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), no podrán cobrar remuneraciones anuales superiores a 600.000 euros. La medida supone una rebaja de hasta el 75% en las retribuciones de los presidentes, según las primeras estimaciones de los expertos.

Así lo anunció ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que aprobó el Real Decreto Ley de Saneamiento del Sector Financiero, que endurece las exigencias de provisiones de la banca. El objetivo es contar con entidades más saneadas y eficientes, y promover una nueva ronda de concentraciones.

De los datos facilitados al Banco de España a finales del año pasado, se deduce que solo los directivos de BMN poseen salarios por debajo del nuevo umbral, en tanto que los de Caja España se negaron a hacer públicas sus remuneraciones.

El presidente de BFA-Bankia, Rodrigo Rato, que reconoció una remuneración anual de 2,34 millones en 2011, encabezará la lista, ya que verá su sueldo reducido en un 75%, seguido del consejero delegado de Bankia, Francisco Verdú, que declaró 2,26 millones anuales.

El presidente de Banca Cívica, Antonio Pulido, y su vicepresidente, Enrique Goñi, reconocieron 900.000 euros, en tanto que el presidente de BMN, Carlos Egea, dijo que percibe un salario anual de 450.000 euros.

El Gobierno estableció ayer, también, un límite de 300.000 euros a las remuneraciones que perciben los máximos directivos de las cuatro entidades controladas por el FROB, y que serán subastadas a lo largo del año.

Estas entidades, que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría calificó como "intervenidas", son Catalunya Caixa, Unnim y Novagalicia, a las que se une el Banco de Valencia, cuyo consejo de administración fue destituido por el Banco de España.

El presidente de Catalunya Caixa, Adolf Todó, percibe 1,55 millones anuales, y su director general Jaume Masana, 860.000 euros, en tanto que el director general de Unnim, Jordi Mestre, cobra 960.000 euros.

En Novagalicia, el presidente Jose María Castellano, y el consejero delegado, Cesar González-Bueno, reconocieron un salario de 890.000 euros anuales.

La reforma financiera aprobada ayer diferencia entre las entidades que recibieron préstamos y las que registraron la entrada del FROB en su capital. En estas últimas, los consejeros no ejecutivos no podrán cobrar más de 50.000 euros, mientras que la alta dirección no sobrepasará los 300.000 euros.

En el caso de las entidades financiadas por el FROB mediante préstamos, los consejeros cobrarán un máximo de 100.000 euros, y la alta dirección 600.000 euros.

De Guindos defendió que la reforma financiera no está pensada para solucionar problemas "concretos" de entidades concretas, sino que se establece dentro de un "marco general" para sanear el sector y reactivar el crédito. Acto seguido, dio por hecho que la misma mejorará la credibilidad de las entidades financieras españolas, que podrán financiarse en los mercados de capital y esto, "antes o después", se reflejará en la puesta de créditos a disposición de familias, pymes y autónomos.