Los máximos responsables de la patronal y los sindicatos firmaron ayer el acuerdo sobre negociación colectiva y moderación salarial hasta 2014, un acto en el que reivindicaron el diálogo entre ambas partes como vía para lograr más cambios en el mercado laboral, en vez de la imposición del Gobierno.

Además, los interlocutores sociales hicieron hincapié en el ejercicio de responsabilidad que supone el acuerdo, puesto que reparte esfuerzos entre empresas y trabajadores para salir de la crisis a través de la moderación de las rentas y de la flexibilidad.

El pacto fue suscrito en el territorio "neutral" de la sede del Consejo Económico y Social por los presidentes de las patronales CEOE y Cepyme, Juan Rosell y Jesús Terciado, respectivamente, y los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez.

Tras estampar su rúbrica, Méndez indicó que "el diálogo social prosigue" e instó a que el Gobierno dé la oportunidad a empresarios y sindicatos de "explicar directamente el alcance real de su acuerdo a las instituciones europeas y al Ejecutivo alemán". "Esperamos que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy pueda defender con mayor holgura los intereses de nuestro país", añadió.

Los sindicatos confían en que el pacto sobre salarios y convenios evite una reforma laboral que ven innecesaria, si bien el Ejecutivo mantiene su intención de sacarla adelante en las próximas semanas.

No obstante, los agentes económicos y sociales reconocieron que no se han visto nunca presionados por el Ejecutivo.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, consideró ayer que la moderación salarial es un buen punto de partida, pero insistió en que una reforma laboral que simplifique los tipos de contratos y permita reducir la temporalidad es clave para generar confianza.

En la misma línea, el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, indicó que España necesita una reforma laboral "de calado, profunda y que consiga crear empleo", y confió en que el Ejecutivo "la va a resolver" en ese sentido.

El acuerdo firmado marca las directrices en materia salarial para los próximos tres años, de forma que el crecimiento de las rentas se mantendrá por debajo de la inflación, lo que acarreará una pérdida de poder adquisitivo para los asalariados, pero permitirá aumentar la competitividad de la economía y controlar mejor los precios.

"Arrimar el hombro"

Para Rosell, cualquier pacto, por pequeño que sea, es mejor que una imposición, por lo que valoró que todos hayan manifestado su disposición a "arrimar el hombro".

Del acuerdo, el presidente de la patronal destacó que otorgará una mayor flexibilidad a las empresas, ya que considera que es en este ámbito donde deben resolverse sus problemas, y recordó que ahí los interlocutores son los sindicatos.

A juicio de Toxo, lo que pretende el acuerdo es anticipar el ciclo del empleo al ciclo económico para no tener que esperar a tasas del 2% de crecimiento para crearlo.

Según el secretario general de CCOO, se trata de un acuerdo "casi único" en la Unión Europea y pone de manifiesto la utilidad y vigencia del diálogo social. "Los más de cinco millones de parados exigen un esfuerzo como el que hemos sido capaces de presentar" ante una probable recesión, dijo.

El presidente de Cepyme, por su parte, puso en valor la importancia del pacto para las pequeñas y medianas empresas, aunque consideró que debe "mejorarse" en el futuro para que esas pymes puedan ser más competitivas.