El estreno de la campaña de rebajas, tabla de salvación del comercio en un contexto de evidente restricción del consumo, no ha traído consigo una mejora significativa del negocio respecto a hace un año en Canarias. Así lo consideran la patronal isleña de grandes superficies (Asodiscan) y la Confederación Regional de Comercio (Coreco), aunque la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca) sí atisba un mínimo incremento de las ventas, de hasta un 5%.

Las sensaciones, de todas formas, han sido mejores que durante diciembre, cuando, según el presidente de Coreco, Luis de Miguel, la facturación mermó un 15%. "De ninguna manera podemos decir que las rebajas han sido superiores a las del año pasado. Se ha perdido un porcentaje pequeño de la cifra de negocio, menor, eso sí, que el de Navidad y Reyes, por lo que no estamos del todo descontentos", apuntó a este periódico.

Aunque el día 7, de inicio de la campaña, dejó imágenes de calles llenas y colas ante las cajas, De Miguel cree que, como mínimo, la mitad del público acudió a hacer cambios y devoluciones, y no a comprar. Además, alertó de que los verdaderos focos de atracción están siendo las franquicias, de las que muchas no pueden considerarse comercio local, dijo, por estar en manos de los propios fabricantes peninsulares o extranjeros.

Tampoco perciben mejoría los grandes distribuidores asentados en las Islas. "El primer día fue muy bueno, pero luego la cosa se ha ido moderando. El balance nos deja casi empatados con el año anterior, tal vez ligeramente por debajo en ventas pese a la afluencia de público", indicó el secretario general de Asodiscan, Álvaro Rojas.

A su juicio, los agresivos descuentos iniciales, que rondan el 70%, "aunque permiten dar salida a mucha mercancía, no dejan que despeguen las cifras de venta".

En una línea más positiva, el secretario general de Fauca, Abbas Moujir, apunta a un incremento "mínimo", de entre el 3% y 5%, respecto a las ventas registradas en la primera semana de las rebajas invernales de 2011. "Los últimos días de la campaña de Reyes permitieron a muchos comercios compensar la pérdida de negocio que sufrieron durante diciembre, y eso ha continuado en las rebajas", aseguró, y valoró la apertura en domingo en el centro de Santa Cruz, que De Miguel, sin embargo, cree que solo benefició a la principal calle comercial, Castillo.

Por su parte, el secretario de la Unión de Consumidores de España en Tenerife, Raúl Alonso, atribuye el éxito del día 7 a que los canarios han aguantado su gasto para aprovechar mayores descuentos.

PREVISIONES

Faltan estímulos al consumo

Las primeras medidas económicas adoptadas por el Gobierno central, con subidas de impuestos y congelación de salarios públicos, pueden entorpecer más el consumo, coinciden en señalar las patronales comerciales de las Islas. Álvaro Rojas se mostró "seguro" de que el disponible que tienen las familias "va a disminuir". "Las medidas que se han tomado no ayudan nada al consumo", abundó, pero confió en que pronto se adopten otras que "fomenten la actividad económica".

Abbas Moujir reconoció asistir con "preocupación" a las decisiones que pueda adoptar el Gobierno central. La tendencia del sector comercial "dependerá de las noticias que lleguen, que pueden afectar al consumo. El aumento del IRPF detraerá dinero en circulación y, con ello, del consumo", coincidió con el representante de Asodiscan. Y si se sube el IGIC, como se baraja, "se terminará de rematar", advirtió. Donde habría que poner el acento es en una reforma laboral "profunda", comentó: "Una legislación más adecuada a los nuevos tiempos permitiría contratar más y daría confianza a las empresas. Si a ello se une la apertura de líneas de financiación, el comercio podría recibir un impulso". A lo mismo contribuirán, dijo, las iniciativas de dinamización en las zonas comerciales abiertas.

Luis de Miguel ya avisó antes de la campaña navideña de que si esta y las rebajas no respondían a las expectativas de los comerciantes en apuros, muchos tendrían que cerrar a partir de enero. "Quiero pensar que aguantarán, pero las perspectivas no son buenas", lamentó. También dijo que los descuentos que, obligadas por la crisis, aplican las empresas minimizan sus márgenes y dificultan su viabilidad.