Los salarios y bonificaciones de los empleados y socios de los grandes bancos de Wall Street descenderán en 2011 a su nivel más bajo desde 2008, cuando la caída de Lehman Brothers desató un terremoto financiero cuyas consecuencias aún se sienten en la economía mundial, informa hoy The Wall Street Journal.

En el caso de Goldman Sachs, buena parte de los casi 400 socios del banco sufrirán un tijeretazo del orden del 50 % en sus nóminas con respecto al año anterior, en otros casos el recorte será del 60 % y algunos empleados ni siquiera recibirán bonificaciones, según fuentes cercanas a la entidad citadas por el diario neoyorquino.

El salario medio de los empleados de Goldman Sachs caerá el 10,7 % en 2011 a 385.000 dólares, frente a los 431.000 que cobraron de media un año antes, y muy lejos de los 661.000 dólares que se embolsaron en 2007, un año antes de que estallara la crisis financiera.

En el caso de su rival Morgan Stanley, los expertos consultados por The Wall Street Journal esperan que con el cierre del año 2011 se registre un recorte de las bonificaciones de entre el 30 y el 40 por ciento para algunos de sus empleados y corredores de bolsa en su oficina central neoyorquina.

Los recortes salariales se irán comunicando a los empleados en las próximas semanas, una vez que acaba de comenzar la temporada de resultados empresariales y que los bancos darán a conocer sus cuentas correspondientes al último trimestre del año y del cierre del ejercicio fiscal, añade el diario.

JPMorgan Chase, el mayor banco por activos de Estados Unidos, inaugurará los resultados en el sector financiero este viernes, seguido la semana siguiente por Wells Fargo, Citigroup, Goldman Sachs y Bank of America, entre otras de las grandes entidades de Wall Street.

En octubre pasado, el fiscal de cuentas de Nueva York publicó un informe en el que se avanzaba que las bonificaciones en Wall Street caerán en 2011 y que el salario medio aumentó en 2010 el 16,1 % a 361.330 dólares anuales, 5,5 veces más que el salario medio anual en el sector privado estadounidense, cifrado en 66.120 dólares.

En ese informe se calculó también que el sector podría perder otros 10.000 empleos en 2012 por la crisis de deuda en la zona euro, el lento crecimiento económico de EEUU, la volatilidad de las bolsas y los cambios en la regulación de las actividades bursátiles, lo que elevaría a 32.000 los puestos perdidos desde 2008.