La explosión de las tasas de paro juvenil y la finalización de la cobertura pública por desempleo tienen ya consecuencias importantes sobre la emancipación de los menores de 35 años en las Islas. Desde 2009 se han visto obligados a regresar al hogar familiar 37.428, de acuerdo con los últimos datos recopilados por el Consejo de la Juventud de España (CJE).

El número de jóvenes emancipados ha bajado en Canarias hasta los 208.714 al cierre del segundo trimestre de 2011, un 15,2% respecto a dos años antes. Las consecuencias más graves se han sentido entre quienes tienen entre 25 y 29 años, segmento que concentra más del 67% de la reducción de la cifra de emancipados. Ahora son 59.590 los que viven de forma independiente, 25.107 menos que en junio de 2009, un recorte de casi el 30%.

Mayor capacidad de resistencia han mostrado los que tienen entre 30 y 34 años, cuya tasa de emancipación se ha recortado apenas un 1,6%, hasta el 70,2% (frente a la de los jóvenes de entre 25 y 29 años, de los que la mitad vivían fuera de casa de sus padres en 2009 y ahora solo el 38,7%). Hasta junio pasado había 130.317 emancipados en este colectivo, unos 9.000 menos que dos años antes.

A los dos grupos anteriores hay que añadir los jóvenes de entre 18 y 24 años, de los que son independientes 18.807 (el 11,1%), unos 3.000 menos que en 2009.

En conjunto, la tasa de emancipación de la juventud del Archipiélago ha bajado casi cinco puntos, hasta el 41%. Y esta tendencia descendente se ha amortiguado gracias a que ha bajado el número de jóvenes, que han pasado de 535.700 a mediados de 2009 a 509.434, según el recuento del Consejo de la Juventud.

Otro indicador del impacto de la crisis económica en la población juvenil es la evolución del número de hogares cuya persona de referencia tiene menos de 35 años. Se ha reducido en Canarias casi con la misma intensidad que el de los jóvenes independizados, un 13,6%, hasta los 118.558.

Sin colchón público

A nivel estatal la tasa de emancipación ha variado mucho menos, 1,4 puntos, hasta el 45,4%, lo cual es consecuencia de que el recorte del número de independizados (471.983 menos en dos años) se ha visto enjugado por una bajada mayor (-700.000) de la cifra de jóvenes de entre 18 y 34 años.

En este contexto, las mujeres mantienen un nivel de emancipación similar al de hace dos años, del 51,3%, al tiempo que el de los hombres ha bajado más de dos puntos, hasta el 42%. En Canarias el diferencial entre géneros se ha mantenido en casi nueve enteros desde 2009, con unas tasas actuales de independización del 36,9% entre los hombres y del 45,2% entre las mujeres, que antes eran del 41,8% y del 50,2%, respectivamente, según el CJE.

Estos descensos de los niveles de emancipación son una consecuencia de la progresión al alza de las tasas de desempleo. No obstante, los primeros siguieron creciendo hasta 2009 en el Archipiélago a pesar de que el grueso de la destrucción de puestos de trabajo se registró durante 2008, lo cual se explica por que buena parte de los jóvenes que perdieron su empleo aún contaban con el colchón de las prestaciones públicas.

Así, la tasa de paro juvenil (de 18 a 34 años) subió en el primer tramo de la crisis (hasta mediados de 2008) casi nueve puntos, al 21,2%, se disparó al 32,3% un año después y luego atenuó su expansión hasta el 38,5% del segundo trimestre del pasado ejercicio.

Teniendo como base una población activa que en estos años ha rondado el 76% entre los jóvenes, este colectivo contabiliza 120.000 ocupados menos durante la crisis.

Ante las persistentes dificultades para reinsertarse en el empleo y el final de las prestaciones por paro, es previsible que más jóvenes regresen a casa de sus padres este año. Tampoco ayudará a su autonomía que ya no tengan disponible la renta básica de emancipación, para la que el Gobierno no admite nuevos solicitantes.