El Gobierno tiene intención de congelar en 2012 el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), que se sitúa en 532,51 euros mensuales y que sirve de referencia para la concesión de ayudas a la vivienda, becas, subvenciones o el subsidio de desempleo, informaron ayer fuentes conocedoras de la situación.

El Iprem, que nació en 2004 para sustituir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) como referencia para estas ayudas, se publica cada año en los Presupuestos Generales del Estado. El Ejecutivo socialista ya aplicó una congelación de este indicador en las cuentas para 2011, de forma que con la prórroga de los presupuestos que el Consejo de Ministros aprobará hoy, el Iprem tampoco se revalorizará.

Así, el indicador se mantendrá en 6.390,13 euros anuales si se suman 12 pagas, y en 7.455,14 euros si se reciben 14.

El Iprem se situó en 460,50 euros mensuales el año de su creación y no superó los 500 euros hasta 2008, cuando alcanzó los 516,90. Desde entonces solo ha subido un 3%.

La actualización del Iprem era otra de las incógnitas a despejar antes del Consejo de Ministros de hoy, aunque era previsible que no se actualizara después de la decisión del Gobierno de congelar también el SMI.

Moderación salarial

Esta medida siguió provocando ayer reacciones. Desde la óptica empresarial, el vicepresidente primero de la CEOE, Arturo Fernández, consideró que es "necesaria", debido a que ese suelo salarial sirve de referencia en la negociación colectiva.

"Con ella, la negociación tiene que ser de otra manera", subrayó en declaraciones a una televisión. Fernández no quiso usar la palabra "congelación" para referirse a los sueldos, pero sí habló de la necesidad de que los mismos estén "extremadamente moderados o estabilizados". En su opinión, muy pocos sectores van a poder "darse el lujo" de subir los salarios el próximo año.

En el lado de los sindicatos, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, indicó que espera que la congelación por parte del Gobierno del SMI no "estimule" a la CEOE porque ello alejaría las posibilidades de llegar a un acuerdo laboral.

Antes del comienzo del Consejo Confederal de UGT, Ferrer señaló que la decisión "doctrinaria" del Ejecutivo no tiene ninguna razón económica, y añadió que será inútil "por el peso del SMI y porque agudizará la caída del consumo y de la inversión".

Ferrer incidió en que UGT va a seguir trabajando en pos de un acuerdo laboral con la patronal y subrayó que el primer objetivo es la creación de empleo.