La huelga de los pilotos de Iberia convocada para los próximos días 18 y 29 de diciembre no tendrá un gran impacto para el turismo, dadas las múltiples alternativas de transporte que existen actualmente en España, según el secretario general de la patronal hotelera Cehat, Ramón Estalella.

El directivo ha explicado hoy en una rueda de prensa que el paro, en contra de la creación de una filial de bajo coste por parte de Iberia, ha afectado de forma desigual al sector turístico, reduciendo la venta de los billetes aéreos, pero no la de los viajes en general, y tampoco, en concreto, la de las plazas hoteleras.

Ello se debe a que el territorio nacional cuenta con una buena red ferroviaria, y también existen otras compañías aéreas que suponen una alternativa a los trayectos que Iberia ha tenido que cancelar como consecuencia de la huelga convocada por el sindicato de pilotos Sepla.

En opinión de Estalella, el anuncio de huelga tuvo un mayor impacto antes de concretarse los días, lo que generó más incertidumbre entre los viajeros, pero una vez definidos, prácticamente no afectará al sector, a excepción de a la propia compañía.

No obstante, Estalella se ha mostrado a favor de un cambio de la ley de huelga, en cuestiones racionales como por ejemplo una regulación de los servicios mínimos, con el fin de evitar que la actuación de un pequeño colectivo, pero que presta un servicio esencial -que también se debería definir mejor-, paralice al resto de la sociedad.

En cuanto a las previsiones del sector hotelero para las fiestas navideñas, Estalella ha señalado que los resultados "no serán magníficos", excepto en Canarias, debido a que coinciden este año con el fin de semana, sin más días festivos.

El puente de la Constitución ya fue malo, pero, a juicio de Estalella, no tanto por la caída del consumo, sino porque no hubo puente escolar, lo que frenó los viajes, que en estas fechas son principalmente familiares.

En cuanto a la propuesta empresarial de pasar algunos festivos al lunes, Estalella ha indicado que no hay una opinión unánime entre los hoteleros, ya que los "acueductos" suelen beneficiar al turismo del interior, pero no tanto al urbano, lo que confirman los desastrosos resultados de Madrid y Barcelona durante el último puente.