La unificación de los sistemas eléctricos de las islas orientales mediante la instalación de un cable submarino entre Gran Canaria y Fuerteventura reforzaría la red, le conferiría más seguridad y evitaría los apagones eléctricos, entre otras ventajas.

Así lo han manifestado hoy la consejera de Industria del Gobierno canario, Margarita Ramos, y el director de Red Eléctrica Española en las Islas, Santiago Marín, en declaraciones a un grupo de periodistas, antes de iniciar una reunión en la capital grancanaria para, entre otros asuntos, abordar el proyecto, cuya ejecución se llevaría a cabo en un plazo de unos tres años.

Se trata, según Ramos, de un proyecto "muy potente" de Red Eléctrica para que las tres islas tengan un único sistema, y que se incluye en el plan energético nacional 2012-2020 que deberá aprobar el próximo Gobierno del PP en un Consejo de Ministros a principios de año, ha señalado Marín, quien ha dicho que tiene "plena confianza" en que salga adelante.

El proyecto tardaría en llevarse a cabo unos tres años, según ha calculado Marín tomando como referencia el desarrollo de la conexión que lleva a cabo Red Eléctrica entre la Península y Baleares, y, en cuanto a la inversión, ha dicho que prefiere informar sobre este dato cuando esté aprobado el plan por el Gobierno central.

Se trata de una actuación "tremendamente beneficiosa" para las Islas porque se conseguiría un sistema "más seguro y más grande", que permitiría una mayor integración de energías renovables, más eficiente desde el punto de vista económico y que solo precisaría de una central de generación de energía y reduciría también las emisiones de CO2, ha subrayado Marín.

La consejera, por otra parte, se ha referido a la polémica sobre la ubicación de la planta regasificadora en Gran Canaria y ha negado que su implantación suponga un freno a las energías renovables en las islas como sostiene el colectivo ecologista Ben Magec.

Ramos ha dicho que integrar el gas implica reducir la dependencia del petróleo, las emisiones de CO2 a la atmósfera y abaratar el precio de la energía.

Así mismo, ha indicado que en el futuro habrá una "batalla" por la apropiación de recursos, por lo que solo depender de energías fósiles colocaría a Canarias en una situación vulnerable.

La consejera ha señalado que las energías fósiles estarán presente en las islas de forma complementaria, por lo que se trabajará en la incorporación de las energías limpias.

Ha insistido en que está convencida de que en 2.015 será posible obtener 1.025 megavatios de energía eólica y ha dicho que también se trabaja en el proyecto para la creación de la central hidroeléctrica Chira-Soria, en Gran Canaria, que es fundamental porque permite un sistema de almacenamiento para la introducción en la red de energías limpias.

En cuanto al debate sobre la ubicación de la planta regasificadora, ha recordado que el Plan Energético de Canarias (Pecan) obliga a construir una en Tenerife, cuyo proceso está más avanzado, y otra en Gran Canaria.

En esta isla deberá ser el Cabildo quien decida dónde se debe construir a partir de la redacción Plan Territorial Especial de Hidrocarburos, según ha indicado la consejera, que además confía en que la corporación consiga llegar a un consenso sobre este punto.

La Consejería de Industria no puede interferir en este proceso, pero si no hubiese consenso habría otro escenario y habría que "redefinir posiciones entre el Cabildo y Gobierno", ha señalado la consejera, que ha abundado en que confía en que halla acuerdo y que sea en breve por el interés que tiene la población en que se resuelva este asunto de manera definitiva.